La muerte del científico y profesor Doctor Pelayo Correa deja un vacío profundo en sus familiares, amigos, colegas y en la epidemiología del cáncer, pero también confirma la permanencia de quienes transforman la ciencia con rigor académico e intelectual y con una visión humanista del conocimiento.
La trayectoria académica del Doctor Pelayo marcó de manera decisiva la historia de la patología y de la investigación epidemiológica y prevención del cáncer en Colombia y en el mundo.
Desde la fundación del Registro Poblacional de Cáncer de Cali hace más de 60 años, el primero en América Latina y uno de los más antiguos en proveer información a la IARC (International Agency for Research on Cancer), el Doctor Correa impulsó y transformó la investigación en este campo integrando la patología, la epidemiología y la salud pública con el propósito de comprender mejor el cáncer y de obtener información acerca de factores de riesgo relacionados con el desarrollo de enfermedades malignas como estrategia de prevención.
Resulta difícil condensar en estas líneas una trayectoria tan fructífera como la del Doctor Correa; sin embargo, tomaré los conceptos más destacados, expresados por líderes de la investigación, la academia y la prevención del cáncer que participaron en el proceso de solicitud para otorgar al Doctor Pelayo Correa el Doctorado Honoris Causa en Medicina. Sus conceptos resaltan, con mayor fidelidad y cercanía, la magnitud del legado científico y humano del Doctor Correa.
La Dra. Elizabeth Fontham, Decana fundadora y profesora emérita de epidemiología de la Escuela de Salud Pública en Nueva Orleans, reconoció que el trabajo del Dr. Pelayo Correa, especialmente su artículo sobre el modelo de la carcinogénesis gástrica publicado en 1975: ¨A model for gastric cancer epidemiology¨, marcó un hito científico que justificó plenamente el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad del Valle y el Registro Poblacional de Cáncer de Cali en 2016.
La Dra. Fontham destacó que el Doctor Correa tenía una capacidad excepcional para integrar hallazgos de distintas disciplinas y transformarlos en hipótesis sólidas de investigación, un rasgo que definió su brillante carrera desde los años setenta. La Dra. Fontham además subrayó el papel formador del Doctor Correa al incentivar y acompañar varias generaciones de patólogos, epidemiólogos y científicos mediante una mentoría rigurosa y paciente.
El Dr. Luis Eduardo Bravo, profesor titular y emérito de patología, quien dirigió el Registro Poblacional de Cáncer de Cali por varias décadas, destacó el trabajo del Doctor Correa sobre el cáncer gástrico, quien definió un antes y un después en la comprensión global de esta enfermedad. El Doctor Bravo comentó cómo el Doctor Correa construyó, a lo largo de más de veinte años de investigación sistemática, el modelo de carcinogénesis gástrica que el mundo científico reconoce como referente: identificó la secuencia de una mucosa gástrica normal hacia la gastritis crónica, atrófica, la metaplasia intestinal y la displasia hasta el desarrollo del cáncer.
También demostró la influencia de los factores ambientales en etapas tempranas y, tras una profunda capacidad autocrítica, replanteó sus primeras hipótesis para integrar el papel del Helicobacter pylori en la patogénesis, mucho antes de que esta bacteria tuviera la relevancia que tiene hoy en el área de la gastroenterología.
Su pensamiento flexible, su disciplina científica, su rigor metodológico y su persistencia permitieron que su modelo: ¨La Cascada de Correa¨, evolucionara, se enriqueciera y permaneciera vigente incluso en la era de la biología molecular actual.
La Dra. Nubia Muñoz, una de sus estudiantes más destacadas, una mujer científica reconocida por su trabajo sobre la relación causal entre el Virus del Papiloma Humano y el cáncer cervicouterino y Exjefe de la unidad en la IARC, resaltó que el Dr. Correa abrió caminos inéditos para entender las causas del cáncer gástrico y formó generaciones enteras de investigadores que hoy lideran instituciones académicas en el mundo. La Dra. Muñoz destacó el liderazgo científico del Doctor Correa porque en su experiencia, no solo produjo descubrimientos trascendentales en la historia natural de la enfermedad del cáncer gástrico, sino que construyó una comunidad, formó talento científico y consolidó una cultura investigativa que trascendió las fronteras.
La vida profesional del Doctor Pelayo Correa confirma que los grandes científicos transforman sus disciplinas, pero también transforman a las personas desde su grandeza como seres humanos. Su legado continúa vivo en cada estudiante formado en su laboratorio, en cada uno de los más de 600 artículos científicos con los que consolidó una nueva forma de pensar y en el valor de los registros poblacionales de cáncer como fuente de información de alta calidad que orienta la toma de decisiones de política pública.
La obra del Doctor Pelayo Correa permanecerá indeleble a través del tiempo porque su legado abrió nuevos horizontes, extendió los límites del conocimiento en numerosas contribuciones científicas y especialmente por la profunda huella que dejó en quienes tuvieron el privilegio de aprender a su lado…hasta pronto Doctor Correa, que la transformación de su materia en polvo de estrellas nos siga iluminando por eones.
