El Hospital Santa Mónica de Dosquebradas notificó a Nueva EPS la suspensión temporal de la prestación de servicios bajo la modalidad “por evento”, ante una crisis financiera provocada por la falta de pagos oportunos y el incremento sostenido de la cartera pendiente. En el comunicado oficial, la gerencia de la E.S.E. explicó que la medida respondía a tres factores principales: la no legalización del contrato con la aseguradora, el alto volumen de deuda acumulada por servicios ya prestados y la inoportunidad en los giros de las facturas radicadas.
“La E.S.E. Hospital Santa Mónica informa la suspensión temporal de la prestación de servicios bajo la modalidad ‘por evento’ para los usuarios afiliados a la Nueva EPS”, señala textualmente el comunicado oficial.
Según el hospital, los pagos de la aseguradora venían siendo deficitarios frente a la facturación presentada, lo que incrementó el saldo de cartera y comprometió la sostenibilidad operativa de la institución. La suspensión se mantendría vigente hasta que se lograra un nuevo acuerdo de voluntades que garantizara la normalización de los pagos y la continuidad contractual con condiciones financieras equilibradas.
Continuidad de servicios esenciales y respeto al derecho a la salud
A pesar de la suspensión, el hospital aseguró la atención de las citas y cirugías ya programadas, en cumplimiento del principio de continuidad del derecho fundamental a la salud consagrado en la Ley Estatutaria 1751 de 2015.
El documento enfatizó además que la atención inicial de urgencias no se interrumpe, conforme al artículo 168 de la Ley 100 de 1993 y al Decreto 780 de 2016, que obligan a los prestadores públicos a garantizar la estabilización de los pacientes y su remisión a la red asistencial definida por la EPS.
“Se garantizará la atención de todas las citas y cirugías agendadas con anterioridad a esta comunicación, en las fechas y horas confirmadas, en armonía con el principio de continuidad del derecho fundamental a la salud”, precisó el hospital en su comunicación.
De igual manera, la entidad solicitó a Nueva EPS agendar en los cinco días hábiles siguientes una mesa técnica para legalizar el contrato pendiente y definir un plan verificable de normalización de cartera y pagos, con cronograma y responsables claros.
Impacto financiero y repercusiones en la red hospitalaria
El Hospital Santa Mónica es uno de los principales prestadores públicos del Eje Cafetero y atiende a una población cercana a 8.000 usuarios afiliados a Nueva EPS. La suspensión afectó directamente la programación de procedimientos quirúrgicos, consultas especializadas y servicios bajo contrato por evento, lo que generó presiones operativas en otros centros asistenciales de Pereira y municipios vecinos.
El problema, sin embargo, trasciende el caso individual. De acuerdo con la Secretaría de Salud de Risaralda, la deuda global de las EPS con los hospitales del departamento supera los 350.000 millones de pesos, mientras que a nivel nacional el Ministerio de Salud y Protección Social ha advertido que el pasivo del sistema ronda los 32,9 billones de pesos, con Nueva EPS entre las entidades con mayor volumen de cartera pendiente.
Esta situación ha puesto a la red pública hospitalaria en una posición de vulnerabilidad financiera, limitando su capacidad para cubrir nóminas, adquirir insumos y sostener servicios de alta complejidad.
Gestión institucional y solicitudes de acompañamiento
En el oficio, el Hospital Santa Mónica reiteró su disposición al diálogo y pidió la intervención de las autoridades de control para resolver la crisis de flujo financiero. La gerencia solicitó apoyo de la Superintendencia Nacional de Salud para facilitar la concertación de acuerdos de pago y garantizar la continuidad del servicio público hospitalario.
A nivel departamental, la Gobernación de Risaralda también había advertido la necesidad de convocar una mesa de trabajo permanente con los hospitales públicos y las EPS, con el fin de estabilizar el sistema y evitar cierres parciales de atención.
Hospital Santa Mónica, pilar asistencial en el Eje Cafetero
El Hospital Santa Mónica es una de las instituciones más representativas del sistema público en Risaralda, con servicios de segundo nivel y atención de referencia para municipios cercanos. Su suspensión parcial impacta la atención de especialidades médicas, cirugía general, ginecoobstetricia y pediatría, además de procedimientos ambulatorios programados.
En el contexto regional, la institución cumple un papel clave en la atención del régimen subsidiado y en la prestación de servicios complementarios a la red hospitalaria de Pereira. Por ello, la restricción de servicios a Nueva EPS genera una presión inmediata sobre otros prestadores del departamento, que deberán absorber parte de la demanda asistencial mientras se define una solución financiera.
Llamado urgente a soluciones y restablecimiento de pagos
La administración del Hospital Santa Mónica instó a Nueva EPS a cumplir los compromisos económicos adquiridos y establecer un cronograma de pagos que permita restablecer la normalidad en la prestación de los servicios.
De igual manera, hizo un llamado al Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud para que activen mecanismos de conciliación, pago directo o giro previo, que eviten la paralización de la red pública y garanticen el derecho fundamental a la salud de los usuarios.
La medida, aunque temporal, revela la profundidad de la crisis financiera que afecta a los prestadores públicos en Colombia. Mientras no se garantice la oportunidad de los pagos y la estabilidad de los contratos, hospitales como el Santa Mónica seguirán enfrentando escenarios de restricción que comprometen la sostenibilidad institucional y la atención oportuna de la población.
