El departamento de Santander fue reconocido a nivel nacional por su sobresaliente desempeño en vacunación durante la Jornada Nacional de Actualización de Lineamientos del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), celebrada en Bogotá. El Ministerio de Salud y Protección Social y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) otorgaron al territorio el premio en la categoría “Los Más Todo Terreno”, en reconocimiento a su capacidad para alcanzar coberturas superiores, garantizar la equidad en el acceso a biológicos y sostener un sistema operativo eficaz en zonas rurales y urbanas. Este logro consolida a Santander como referente nacional en inmunización y evidencia la eficacia de su modelo territorial en la protección contra enfermedades prevenibles.
Reconocimiento nacional al esfuerzo sanitario
El galardón “Los Más Todo Terreno”, entregado por el Ministerio de Salud y la OPS, se concedió bajo el lema “¡Diga no más qué hay que hacer!” y representa uno de los mayores reconocimientos del país en materia de inmunización. Este premio resalta la capacidad del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de Santander para mantener la continuidad de los servicios y responder de forma efectiva ante los desafíos logísticos y geográficos que plantea el territorio.
Durante la ceremonia, las autoridades sanitarias nacionales destacaron el compromiso y la resiliencia del equipo técnico que lidera las jornadas de vacunación, capaces de garantizar la protección inmunológica de miles de personas en zonas rurales dispersas y centros urbanos. Según el Ministerio de Salud, la categoría fue diseñada para visibilizar a los departamentos que, sin importar las dificultades, logran resultados sostenibles en cobertura y oportunidad.
Estrategias operativas que marcaron la diferencia
El éxito del PAI santandereano no se debe únicamente a la cobertura alcanzada, sino a la planificación técnica detrás de sus operaciones. El departamento implementó rutas móviles de vacunación, brigadas comunitarias y alianzas con autoridades locales que permitieron llegar a comunidades indígenas, áreas de difícil acceso y municipios con limitaciones de infraestructura. Estas acciones garantizaron la continuidad de los esquemas de inmunización incluso en temporadas de lluvias o bloqueos viales.
Además, la Secretaría de Salud Departamental fortaleció la gestión de la cadena de frío y la supervisión del almacenamiento de biológicos, asegurando la calidad y eficacia de las dosis aplicadas. La logística fue complementada con el uso del sistema PAIWEB, que permite el registro y monitoreo en tiempo real de las aplicaciones, lo cual facilita el control de inventarios y la trazabilidad de la cobertura.
Gobernanza y articulación institucional efectiva
Uno de los pilares del liderazgo de Santander ha sido su modelo de coordinación interinstitucional. La articulación entre las Secretarías de Salud municipales, las EPS, las IPS vacunadoras y las entidades educativas ha permitido una gestión ordenada y una distribución equitativa de los recursos. Esta gobernanza participativa favoreció la toma de decisiones basadas en datos, la programación anticipada de jornadas y la respuesta rápida ante brotes o eventos adversos.
El secretario de Salud Departamental, Edwin Antonio Prada Ramírez, destacó que el reconocimiento “es fruto de un trabajo colectivo, de equipos que vencen distancias y climas para cumplir su misión de proteger vidas”. La autoridad sanitaria subrayó la importancia de mantener la disciplina técnica y la pasión humana como factores decisivos para sostener la confianza pública en los programas de vacunación.
Impacto sanitario y relevancia nacional
El reconocimiento otorgado a Santander tiene un valor simbólico y técnico en la política pública de salud de Colombia. En medio del proceso nacional de recuperación de coberturas tras la pandemia, el desempeño del departamento demuestra que la inmunización territorialmente planificada puede sostener la protección colectiva y reducir el riesgo de reemergencia de enfermedades prevenibles.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la vacunación es la herramienta más costo-efectiva para proteger la salud pública, y experiencias como la de Santander fortalecen la meta de alcanzar coberturas iguales o superiores al 95% en la población infantil. Este liderazgo también posiciona al departamento como un aliado estratégico del país en los esfuerzos regionales por eliminar la transmisión de enfermedades como el sarampión, la rubéola y la poliomielitis.
Compromiso social y sostenibilidad del logro
Más allá de los indicadores técnicos, el reconocimiento refleja el compromiso social del equipo de salud con las comunidades. La Secretaría de Salud ha impulsado campañas educativas en colegios, ferias comunitarias y espacios rurales, orientadas a reforzar la confianza en las vacunas y combatir la desinformación. La educación sanitaria ha sido clave para mantener la adherencia de los cuidadores a los esquemas y garantizar que los menores completen sus dosis según el calendario oficial.
Asimismo, el departamento trabaja en fortalecer la sostenibilidad operativa del PAI mediante la formación continua de su personal, la mejora de la infraestructura y la búsqueda de recursos adicionales para ampliar la cobertura en municipios con menores indicadores. Santander planea integrar tecnologías de monitoreo y análisis de datos para anticipar brechas de vacunación y diseñar intervenciones más precisas.
Un modelo de salud pública replicable
El reconocimiento otorgado a Santander por su liderazgo en vacunación no solo representa un logro institucional, sino una evidencia concreta de que la combinación de planeación técnica, compromiso humano y gestión territorial eficiente puede fortalecer de manera sustancial la salud pública. El modelo “todo terreno” implementado en el departamento refleja la capacidad del sistema sanitario local para adaptarse a los desafíos logísticos y mantener la confianza ciudadana en las políticas de inmunización.
Este resultado reafirma el papel estratégico de las entidades territoriales en el cumplimiento de las metas nacionales de cobertura y en la prevención de enfermedades inmunoprevenibles. Para el país, la experiencia santandereana se convierte en una hoja de ruta replicable hacia una red nacional de vacunación más equitativa, sostenible y cercana a las comunidades. En un contexto donde la inmunización es clave para la seguridad sanitaria, Santander consolida su posición como referente nacional en protección colectiva y ejemplo de gestión pública orientada a salvar vidas.