Panamá y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) avanzan en la actualización de un convenio de cooperación técnica que ha estado vigente por más de siete décadas. El acuerdo, que responde a los retos sanitarios del siglo XXI, busca consolidar al país como un centro estratégico en las Américas para la preparación ante emergencias, la capacitación de talento humano y la gestión logística de la salud pública. Autoridades panameñas y representantes de la OPS destacaron que esta renovación no solo formaliza la presencia histórica de la organización en el país, sino que abre la puerta a nuevas oportunidades para fortalecer el sistema de salud nacional y regional.
Un acuerdo histórico que exige actualización
El convenio de cooperación entre Panamá y la OPS se firmó en 1952, en un contexto sanitario muy distinto al actual. En aquel momento, la prioridad era enfrentar enfermedades transmisibles y consolidar programas básicos de salud pública. Setenta años después, la realidad regional exige un marco renovado que incorpore fenómenos como el cambio climático, las migraciones, las pandemias y la transformación digital en salud.
El Ministerio de Salud de Panamá (MINSA) y la OPS coincidieron en que la actualización del acuerdo era impostergable. Según lo expresado en la rueda de prensa conjunta celebrada en Ciudad de Panamá, el documento revisado busca reflejar el papel que el país ha adquirido en las últimas décadas como nodo estratégico para la cooperación sanitaria regional, con énfasis en la preparación frente a emergencias, la logística y la capacitación continua del talento humano.
Panamá como centro regional de la OPS
La presencia de la OPS en Panamá no es nueva. Desde 2005, el país alberga la Oficina Subregional de Emergencias en Salud (PHE), encargada de coordinar respuestas frente a crisis sanitarias en las Américas. A ello se suma el almacén subregional de la OPS, que permite desplegar insumos médicos y equipos estratégicos de manera ágil ante desastres naturales o emergencias epidemiológicas.
Otro componente fundamental es el Campus Virtual de Salud Pública (CVSP), instalado en 2012. Esta plataforma ha permitido formar a miles de profesionales de la salud en la región mediante programas de capacitación continua y herramientas tecnológicas avanzadas. Su funcionamiento ha convertido a Panamá en un centro de referencia para el fortalecimiento del talento humano en salud pública en América Latina y el Caribe.
La actualización del convenio busca consolidar estos avances y formalizar la posición de Panamá como un “hub” logístico y académico para las operaciones de la OPS, reafirmando la importancia del país en la arquitectura sanitaria regional.
El convenio no significa traslado de sede, advierte la OPS
Durante la conferencia de prensa, la representante de la OPS/OMS en Panamá, Ana Rivière Cinnamond, aclaró que la modernización del convenio no implica el traslado de la sede principal de la OPS a Panamá, como se había especulado en algunos sectores. “Se trata de formalizar y fortalecer la presencia que la organización ha tenido por años en el país”, subrayó.
Por su parte, el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, destacó que la actualización sí podría representar la llegada de nuevas oficinas regionales de la OPS. Según el funcionario, ello abriría oportunidades adicionales para fortalecer la gestión de la salud pública en el país y, de manera indirecta, mejorar la capacidad de respuesta de toda la región.
Ambos coincidieron en que la solidez de la cooperación técnica acumulada a lo largo de los años constituye la base sobre la que se construye esta nueva etapa del acuerdo, en la que la OPS podrá adaptar sus programas y asistencia técnica a los retos emergentes de la salud global.
Una cooperación adaptada al siglo XXI
El nuevo convenio no se limita a ratificar compromisos pasados. Su actualización incorpora líneas estratégicas que responden a la agenda actual de salud pública. Entre ellas destacan el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, la preparación frente a emergencias sanitarias, la capacitación continua del personal de salud, el acceso equitativo a medicamentos y vacunas, y el impulso a la investigación en políticas sanitarias.
Panamá, al servir como base logística de la OPS, tendrá un papel clave en la distribución oportuna de insumos médicos y en la coordinación de respuestas regionales. En el terreno académico, el Campus Virtual ampliará su alcance, incorporando nuevas áreas de formación relacionadas con salud digital, gestión de riesgos y políticas públicas, aspectos que resultan críticos en un escenario marcado por las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 y los desafíos del cambio climático.
Retos para consolidar la cooperación
A pesar del optimismo, los especialistas coinciden en que la modernización del convenio plantea retos considerables. Uno de los principales es la sostenibilidad financiera. Un acuerdo de esta magnitud requiere compromisos presupuestales claros y sostenidos, tanto por parte de Panamá como de la OPS, para garantizar que los objetivos se traduzcan en acciones concretas.
Otro desafío es el fortalecimiento institucional. Las evaluaciones recientes de las Funciones Esenciales de Salud Pública en Panamá evidenciaron avances importantes, pero también rezagos en áreas como supervisión, cumplimiento normativo y desempeño operativo. La actualización del convenio ofrece la oportunidad de cerrar esas brechas, siempre que se acompañe de indicadores de seguimiento y mecanismos de rendición de cuentas.
Asimismo, el éxito del acuerdo dependerá de la coordinación intersectorial y del grado en que logre articularse con los planes nacionales de salud, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos internacionales de Panamá en materia sanitaria.
Impacto para el sector salud y la región
Para los profesionales de la salud, la modernización del convenio implica un acceso más robusto a programas de formación, herramientas de vigilancia y protocolos comunes que pueden mejorar la capacidad de diagnóstico, prevención y respuesta frente a emergencias. Para los administradores hospitalarios y de clínicas, abre posibilidades de cooperación en logística, regulación y provisión de insumos bajo esquemas más eficientes y transparentes.
A nivel regional, la actualización del acuerdo consolida la posición de Panamá como socio estratégico de la OPS, lo que puede traducirse en una mayor capacidad de respuesta ante emergencias transfronterizas y en un fortalecimiento de la cooperación en áreas críticas como salud digital, gestión del talento humano y acceso equitativo a tecnologías sanitarias.
Un paso estratégico para las Américas
La actualización del convenio de cooperación técnica entre Panamá y la OPS no es solo un trámite administrativo, sino un movimiento estratégico con implicaciones regionales. En un momento en que los sistemas de salud enfrentan presiones crecientes, el acuerdo busca garantizar que los mecanismos de cooperación estén alineados con las necesidades del presente y preparados para los desafíos del futuro.
Si logra combinar compromiso político, financiamiento sostenible y mecanismos de seguimiento efectivos, este acuerdo podría convertirse en un referente para otros países de la región. Panamá, por su posición geográfica y su experiencia en albergar operaciones estratégicas de la OPS, está llamado a desempeñar un papel central en la salud pública de las Américas durante las próximas décadas.