Lancé hace 48 horas en mi cuenta de LinkedIn una pregunta que activó miles de reacciones: ¿cuáles son las tres EPS que deberían fusionarse YA en Colombia? Más de 5.000 personas de todo el país se sumaron al debate y revisión, y hoy entrego el análisis completo prometido, cifras contrastadas y una hoja de ruta que podría transformar el aseguramiento en salud en el suroccidente del país, y por qué no… ser el catalizador de una reorganización del sistema general basada en lo territorial, convirtiendo lo que hoy son debilidades en herramientas para fundar un nuevo ecosistema vigoroso y saludable.
Las protagonistas: Asmet Salud, Emssanar y S.O.S.
Estas tres EPS concentran la mayoría de sus afiliados en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño, operan principalmente en el régimen subsidiado, y han demostrado una fragilidad técnica y territorial que, dista mucho de su verdadero potencial, y en cambio han sido recientemente acusadas varias de ellas, de anidar corrupción en el seno de sus gerentes interventores, haciendo cada vez menos posible sus rescate financiero, técnico e incluso social.
Afiliación total combinada en marzo de 2025:
- Asmet Salud: 1.566.067 afiliados
- Emssanar: 1.701.918 afiliados
- S.O.S.: 750.714 afiliados

Afiliados de Emssanar, Asmet Salud y SOS marzo de 2025
Total: más de 4 millones de personas. Y, lo más importante: el 80% de estos afiliados están concentrados en solo tres departamentos. Esta realidad abre una posibilidad audaz, pero viable: fusionar estas entidades en una gran EPS territorial del suroccidente.
¿De cuánto dinero estamos hablando?
Con base en los datos de diciembre 2024:
- Asmet Salud: $189.761 millones (mensual nacional)
- Emssanar: $204.597 millones (mensual nacional)
- S.O.S.: $97.374 millones (mensual nacional)
1. Total mensual combinado: $491.732 millones
2. Total anual estimado: $5,90 billones
¿De qué tamaño es el problema financiero de estas tres EPS?
Me di a la tarea de rastrear los catálogos financieros de estas EPS con corte al 31 de diciembre de 2024, y encontré lo siguiente:
Estados financieros de Asmet Salud EPS
- Activos: 501.335.674.211
- Pasivos: 1.793.492.517.300
- Patrimonio: -1.292.156.843.089
- Siniestralidad: 108% – Señala que por cada $100 de ingresos, se destinan $108 a cubrir los costos de atención en salud, superando los recursos disponibles.
Estados financieros de Emssanar EPS
- Activos: 375.766.437.308
- Pasivos: 2.226.182.982.669
- Patrimonio: -1.850.416.545.361
- Siniestralidad: 88% – Por cada $100 de ingresos, Emssanar invierte $88 en costos del SGSSS, presentando en comparación un mejor margen operacional que las otras dos EPS, pero aun enfrentando un patrimonio fuertemente negativo que refleja presión financiera global.
Estados financieros de S.O.S. EPS
- Activos: 264.747.425.941
- Pasivos: 1.195.296.204.295
- Patrimonio: -930.548.778.354
- Siniestralidad: 117% – Indica que, por cada $100 recibidos, la EPS emplea $117 en costos del SGSSS, lo cual revela un déficit operativo significativo.
¿Por qué fusionar Asmet Salud, Emssanar y S.O.S.?
Porque hacerlo genera ahorros inmediatos, mejora la eficiencia, amplía la capacidad resolutiva y aumenta la transparencia del sistema. Vamos a los números.
Ahorro anual estimado por reducción de gastos administrativos y de operación
Con la fusión se elimina la duplicación de estructuras –sedes, sistemas tecnológicos y equipos de alta gerencia– lo que en conjunto podría traducirse en una reducción efectiva de entre 30% y 40% de los gastos redundantes. Estos ahorros se convertirían, a modo de palanca financiera, en recursos que, distribuidos en un plazo de cinco años, podrían utilizarse para saldar parcialmente obligaciones con IPS y proveedores, reforzando una operación más ágil y transparente.
Además de la racionalización administrativa, se abren puertas a notables ahorros operativos derivados de economías de escala. Al agruparse más de 4 millones de afiliados en una única entidad regional, la negociación para la compra de medicamentos –que actualmente representa alrededor del 21% de la UPC– se vuelve más fuerte y competitiva. Un ajuste negociado que reduzca este gasto en entre 2% y 4% puede implicar ahorros adicionales de entre $24,8 y $49,6 mil millones anuales.
Sumado a ello, la concentración de procesos permite implementar un ajuste tarifario que revierta incrementos inflacionarios protectores creados por las IPS y establecer modelos de agrupación en la contratación de servicios, lo cual derivaría en mejores condiciones contractuales y reducciones de costos por medio de una gestión integral de riesgos. Estos ahorros, acoplados a un programa de auditoría integral para disminuir la deuda por obligaciones vencidas y glosadas, cimentarían un sólido camino hacia la sostenibilidad financiera y operativa de la nueva entidad en el mediano plazo.
Escindir las EPS para integrar
El paso previo a la fusión es la escisión regulada, establecida en la Circular Externa 005 de 2017 de la Supersalud. Las tres EPS deberían liberar a los afiliados que no pertenezcan al Valle, Cauca o Nariño, redistribuyéndolos entre otras entidades del país. Esto concentraría el enfoque territorial y permitiría una integración posterior ordenada, técnica y jurídicamente viable.
¿Qué modelo de EPS debería surgir?
La opción natural sería una EPS privada de alcance regional, con gobernanza profesional, tecnología de punta y transparencia plena. Sin embargo, existe también una alternativa de interés público: una EPS mixta, con participación financiera de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño.
Esta participación podría provenir de:
- El Sistema General de Participaciones (SGP)
- El Sistema General de Regalías (SGR)
- Recursos propios departamentales
¿Y cómo operaría esta EPS resultante?
Propongo este modelo funcional para la nueva EPS regional:
1. Gobernanza territorial:
Una junta directiva con representación técnica, ciudadana y territorial. Una especie de Consejo Regional de Salud CRS (para homologar las pretensiones del proyecto de ley que busca transformar el sistema de salud). Reglas claras de rendición de cuentas públicas 24/7 mediante tableros digitales accesibles. Me gustaría ver en ese CRS a representantes regionales de: las universidades que forman el talento humano de la salud, a los gremios de la salud, a las sociedades científicas, a los profesionales sanitarios, a los usuarios, a prestadores, a la industria farmacéutica, a los operadores logísticos y los distribuidores de dispositivos médicos y a un (1) representante de la clase política de la región.
2. Rediseño de redes:
La contratación integrada por resultados con redes mixtas (públicas y privadas)debería ser la primera condición, con el sistema de GRD instalado en todos los hospitales y rutas de atención diseñadas electrónicamente por riesgo poblacional. La contratación de IPS individuales sería una excepción a la regla, obligando a los actores a celebrar una gran conversación y alineamiento de intereses.
En cualquier caso la decisión final en este entorno, deberá ser técnica y estar finamente en sintonía con la mejor evidencia científica; los recursos fluirían entonces a las redes generalistas o especializadas según cohortes de pacientes identificados y clasificados según el riesgo de enfermar y de morir, debidamente priorizados mediante algoritmos avanzados ya disponibles y asignados a las redes de acuerdo con sus servicios habilitados y capacidades resolutivas debidamente monitoreadas.
El sistema regional de salud crearía por fin un ecosistema envolvente de determinantes en donde una supra secretaría regional (que podría incluso provenir de la RAP Pacífico) asignaría recursos para organizar todo el modelo complementario de prevención y cuidado de la salud bajo una arquitectura poblacional y no individual y con recursos frescos de SGR y SGP priorizados cada bienio. Un componente clave de esta capa de gestión debe ser el autocuidado de la salud y las responsabilidades individuales.
3. Plataformas tecnológicas:
Inteligencia de negocios, analítica predictiva, interoperabilidad clínica y financiamiento de historia clínica digital a través de regalías. Sería obligatoria la adopción de una trazabilidad tecnológica universal para todos los servicios de salud, transparentes para el usuario final, y que busque la simplificación o anulación de tramites de manera progresiva, como el desmonte de autorizaciones, según vayan ingresando las cohortes completas a los nuevos modelos de contratación y gestión.
4. Prestación domiciliaria:
Red propia de atención domiciliaria con tecnologías point of care, rutas móviles de salud y médicos comunitarios por microterritorios, reemplazarían el concepto anterior de Equipos Básicos de Salud.
5. Medicamentos:
Sería necesario el surgimiento de agrupadores de demanda y centros regionales de distribución de medicamentos estratégicos. Compras delegadas y contratos inteligentes. Se realizarían negociaciones y compras directas de medicamentos con la industria farmacéutica desde la EPS para los 3 departamentos, con una duración de entre 2 y 3 años para poder ofrecer tranquilidad en la ejecución y mantener condiciones propicias para evitar desabastecimientos y problemas de acceso. Habría una mezcla justa entre medicamentos genéricos, biosimilares y marcas para tener disponible el mejor arsenal terapéutico en la región dentro de costos asumibles por la EPS.
6. Pagos y contratos:
Mecanismos de pago por resultados, segmentados por riesgo y con incentivos tarifarios atados a desenlaces clínicos. Piso, techo y tarifas diferenciales por microrregión.
El gran reto: alinear los incentivos
La verdadera complejidad no solo está en las finanzas o en la infraestructura. Está en alinear los incentivos entre los actores del sistema. Hoy, quien presta no necesariamente gana por hacerlo mejor, y muchos prestadores han caído en la mala práctica de inflacionar sus tarifas para defenderse de la creciente deuda, generando un círculo de alta ineficiencia que nos empuja a la insolvencia del sistema.
La EPS naciente debería integrar codificadores clínicos, rutas de autorización automatizadas, y una lógica en la que ganar esté atado al bienestar de las personas, no al volumen de servicios.
La EPS de esta región del sur occidente colombiano, debería crear un sistema de validación de los servicios ofrecidos, de manera tal que, cada usuario pueda rápidamente después de ser atendido, calificar la atención, de manera que este modelo de evaluación pública, derive primero en una oportunidad para que los usuarios puedan hacer uso del derecho informado del prestador que lo va a atender, seguido de premios o castigos para la red, que determinen incentivos o eliminación del ecosistema por bajo rendimiento.
¿Y el dinero?
El 95% del dinero llegaría por giro directo mensual desde la ADRES, visibilizado en tableros digitales públicos que mostrarán:
- Contratos firmados (precios)
- Servicios autorizados y prestados
- Facturación por modalidad
- Pagos efectivos y glosas
La auditoría debería estar robotizada en un 80%, y el 20% contratado con un tercero para analizar las desviaciones, corregirlas y evitar que se repitan.
El uso de la UPC estaría visible, y tanto como su suficiencia o insuficiencia, activando mecanismos especiales de asignación de los ahorros o de compensación de los siniestros, hecho que controlará regionalmente un organismo colegiado o la RAP (en cualquier caso con capacidad para realizar aportes extraordinarios que permitan la continuidad del modelo).
Todo ya está inventado. Solo hay que organizar las piezas.
Mi reflexión final sobre la potencial fusión de Asmet Salud, Emssanar y Servicio Occidental de Salud (SOS).
El suroccidente colombiano necesita más que EPS… necesita una visión compartida de salud pública, eficiencia financiera y cuidado poblacional con rostro humano. Una fusión de Asmet Salud, Emssanar y S.O.S. no es solo posible: es urgente, y podría ser la única estrategia viable para intentar recuperar el aseguramiento en el suroccidente colombiano, sin liquidar estas entidades y cargar a la Nueva EPS de una gestión que no puede asumir.
¿Nos atrevemos a mover las piezas correctas?
¿Tu institución ya está explorando nuevas formas de organización territorial? Escríbenos y conversemos. Este artículo se actualizará conforme avancen los procesos regulatorios o se publique nueva normatividad.
Se me ocurre otro agrupamiento similar en otra región del país ¿te imaginas cuál es? Te gustaría que escriba sobre esa otra región?
PD: ya estamos impulsando desde Consultorsalud este tipo de conversaciones regionales… porque hay que dejar de discutir y de polarizar y en cambio tenemos que actuar.
Gracias por leerme y estaré encantado de revisar sus comentarios.