La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recientemente una actualización de sus orientaciones sobre gestión de riesgos biológicos, dirigida tanto a las autoridades nacionales como a los laboratorios biomédicos. Este avance es crucial en la mejora de la bioprotección en un mundo donde los laboratorios juegan un papel fundamental en la salud pública global.
Los laboratorios son esenciales en los sistemas de salud, desempeñando roles críticos en el diagnóstico de pacientes, vigilancia de enfermedades, caracterización de agentes patógenos y en la investigación y desarrollo de tratamientos y vacunas. Con instalaciones bien diseñadas y equipadas, personal capacitado y medidas de mitigación de riesgos basadas en evidencia, se puede garantizar la protección de los trabajadores y la comunidad frente a microorganismos patógenos y toxinas.
Elementos clave de la actualización
Entre las mejoras destacadas en estas orientaciones, se incluyen:
1. Fortalecimiento de la ciberseguridad y tratamiento de información confidencial:
- Protección de la historia clínica de los pacientes y otras informaciones sensibles.
- Implementación de medidas para asegurar la integridad de los datos y prevenir ciberataques.
2. Reducción de riesgos de nuevas tecnologías:
- Mitigación de riesgos asociados a la modificación genética y manipulación de agentes patógenos.
- Consideraciones sobre el uso de inteligencia artificial en los laboratorios.
3. Recomendaciones para situaciones de emergencia:
- Establecimiento de protocolos de seguridad durante guerras, desórdenes públicos y desastres naturales.
- Garantía de que los laboratorios sean espacios seguros y protegidos en todo momento.
Gobernanza institucional y supervisión
Las nuevas orientaciones enfatizan la necesidad de una gobernanza institucional robusta, recomendando la creación de Comités Institucionales de Bioseguridad supervisados a nivel nacional. Este enfoque basado en el riesgo, como estipula la resolución sobre el fortalecimiento de la gestión de riesgos biológicos de laboratorio adoptada por la Asamblea de la Salud este año, es vital para un manejo eficaz de los patógenos de graves consecuencias.
Estas fueron elaboradas en consulta con diversas partes interesadas, incluyendo centros colaboradores de la OMS y grupos consultivos técnicos, especialmente el Grupo Consultivo Técnico de la OMS sobre Bioseguridad (TAG-B). La colaboración garantiza que las recomendaciones sean prácticas y aplicables a una amplia gama de contextos.
Mitigación de riesgos y protección comunitaria
El objetivo de estas medidas es proteger a las comunidades de la liberación intencionada o involuntaria de materiales biológicos, asegurando al mismo tiempo que la investigación biomédica legítima no se vea obstaculizada. Al promover la participación y el compromiso de las instituciones y autoridades nacionales, las orientaciones buscan reducir los riesgos asociados a patógenos peligrosos y la labor de investigación.
