La gastritis es una condición común que se caracteriza por la inflamación del revestimiento del estómago. Puede ser aguda o crónica y generalmente se debe a una infección bacteriana, el uso excesivo de analgésicos o el consumo excesivo de alcohol. Aunque la mayoría de los casos de esta no son graves y mejoran con el tratamiento, es importante comprender los síntomas, las causas y los factores de riesgo asociados con esta enfermedad para poder tratarla.
Síntomas de la gastritis
Los síntomas de la gastritis pueden variar, pero los más comunes incluyen malestar o dolor en la parte superior del abdomen, náuseas, vómitos y sensación de saciedad después de comer. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la gastritis no siempre presenta signos evidentes ni fáciles de detectar.
Causas de la gastritis
Las causas de la gastritis pueden ser diversas. La debilidad o lesión en la barrera mucosa del estómago permite que los jugos digestivos dañen e inflamen el revestimiento. Algunas de las principales causas incluyen infección bacteriana por Helicobacter pylori, uso frecuente de analgésicos antiinflamatorios no esteroides, la edad avanzada, consumo excesivo de alcohol, padecer de estrés intenso y tratamiento oncológico.
Además, la presencia de enfermedades autoinmunitarias y otras condiciones médicas como el VIH/SIDA, la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca pueden ser factores de riesgo asociados a esta condición.
Si la gastritis no se trata adecuadamente, puede dar lugar a complicaciones graves, como úlceras y sangrados estomacales. En casos raros, hay ciertos tipos de gastritis crónica que pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago, especialmente si hay cambios en las células del revestimiento del estómago.
Tratamiento
El tratamiento para la gastritis depende de la causa específica. Si esta es aguda es causada por medicamentos antiinflamatorios no esteroides o por el alcohol, puede aliviarse al dejar de consumir esas sustancias. Sin embargo existen diferentes maneras de tratar y manejar esta condición para sentir alivio.
Medicamentos antibióticos: Si hay presencia de helicobacter pylori en el tubo digestivo, el médico podría recomendar combinación de antibióticos, como claritromicina y amoxicilina o metronidazol, para matar la bacteria.
Inhibidores de la bomba de protones: Los inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol, pantoprazol, rabeprazol, lansoprazol y esomeprazol, son la primera línea de tratamiento para la gastritis. Estos medicamentos reducen la cantidad de ácido producido en el estómago y promueven la recuperación.
Protectores gástricos: Los protectores gástricos son medicamentos que recubren las paredes del estómago e impiden que el ácido gástrico irrite la mucosa gastrointestinal. Estos, además, ayudan a reducir la inflamación y el dolor generando alivio.
Remedios caseros: Algunos remedios caseros pueden ayudar a controlar la gastritis y disminuir el dolor, como seguir una dieta antiinflamatoria, tomar un suplemento, probar los probióticos, entre otros.
Prevalencia de casos
De acuerdo con la Organización Panamericana de Gastroenterología se estima que cerca de la mitad de la población mundial está crónicamente infectada con H. pylori y presenta gastritis crónica no atrófica. En Colombia, entre el 70% y el 80% de los pacientes diagnosticados con gastritis tienen la enfermedad debido a H. pylori, y entre el 20% y el 30% de ellos experimentan una recurrencia de la enfermedad.
Un estudio publicado en la revista colombiana de gastroenterología en 2019 y realizado en Medellín encontró que la prevalencia de gastritis fue del 73,7% entre los pacientes con síntomas dispépticos. Sin embargo, solo el 36,4% de estos pacientes estaban infectados con H. pylori, lo que es menor que lo que se informa en la literatura. La prevalencia de la infección por H. pylori varía en diferentes regiones del mundo, siendo la más alta en América del Sur.
