El pasado 6 de noviembre, en una ceremonia realizada en la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro posesionó a Helver Giovanni Rubiano García como nuevo Superintendente Nacional de Salud, relevando a Luis Carlos Leal. Este cambio en la Superintendencia Nacional de Salud llega en un momento crucial para el sistema de salud colombiano, que enfrenta múltiples desafíos relacionados con la supervisión y control de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y el acceso efectivo a los servicios de salud.
Trayectoria en salud pública de Rubiano
Nacido en Bogotá, Rubiano García es un médico cirujano con una formación sólida y diversa. Su especialización abarca Salud Familiar, Gerencia de Salud Pública y Auditoría en Servicios de Salud, además de estudios de maestría en Administración de Servicios de Salud. A lo largo de 23 años, Rubiano ha trabajado en distintos roles tanto en el sector público como en el privado, lo que lo ha dotado de una visión integral del sistema de salud y de los problemas estructurales que lo afectan.
Su carrera incluye cargos clave en la administración pública, especialmente durante la alcaldía de Gustavo Petro en Bogotá, en la que ocupó roles como el de subsecretario de Prestación de Servicios y Aseguramiento y secretario de Salud encargado entre 2012 y 2015, en el marco del programa Bogotá Humana. Bajo esta administración, se implementaron importantes cambios orientados a mejorar el acceso y la calidad del sistema de salud en la capital del país, un esfuerzo que el presidente Petro describió como un intento por construir un “sistema de salud exitoso” que, según él, “fue desmantelado después.”
Los desafíos de Rubiano en la Superintendencia Nacional de Salud
Rubiano asume su cargo en la Superintendencia Nacional de Salud en un contexto de crecientes exigencias y problemas que afectan a millones de usuarios del sistema de salud en Colombia. Uno de los principales retos es la supervisión y control de las EPS, entidades responsables de la administración de los recursos y la garantía del acceso a los servicios de salud en el país. Desde hace varios años, las EPS han estado en el centro de la controversia debido a denuncias por el mal uso de recursos públicos, retrasos en la atención, y fallos en el cumplimiento de sus obligaciones con los afiliados.
Petro destacó la necesidad de fortalecer la vigilancia sobre estas entidades, indicando que, en su opinión, muchas de ellas han priorizado “los intereses comerciales por encima del derecho a la salud de los colombianos”. Este es un tema que ha estado presente en el debate nacional, especialmente en el contexto de la reforma a la salud que el gobierno de Petro impulsa, la cual busca una transformación del sistema para garantizar una mayor eficiencia y transparencia en la prestación de servicios de salud.
Un defensor del derecho a la salud pública
Rubiano es reconocido como un firme defensor del derecho a la salud pública en Colombia, un enfoque que ha impulsado tanto en sus roles administrativos como en su trabajo como consultor y asesor del sector salud. Su experiencia en el Instituto Nacional de Salud (INS), institución que lideró desde noviembre de 2022 hasta su reciente nombramiento como Superintendente, le permitió enfrentar de cerca algunos de los problemas de salud pública más complejos, incluidos los desafíos de la pandemia de COVID-19.
Durante su tiempo en el INS, Rubiano promovió políticas y estrategias para mejorar la vigilancia epidemiológica y la capacidad de respuesta del sistema de salud, una experiencia que será valiosa en su nueva posición. El sistema de salud colombiano no solo enfrenta problemas de gestión y control, sino también retos en áreas como la financiación, la infraestructura, y el acceso en regiones apartadas y vulnerables. El reto de Rubiano será articular los diferentes actores del sistema, desde las EPS hasta las IPS, para construir un modelo de salud más equitativo y eficiente.
Un sistema de salud en transformación
El presidente Gustavo Petro ha dejado claro que su administración busca una reforma profunda del sistema de salud en Colombia, la cual considera necesaria para garantizar el derecho a la salud como un derecho fundamental. Esta visión incluye un cambio en el modelo de atención, con un mayor énfasis en la prevención y promoción de la salud, y una reducción en la intermediación financiera que, según la administración actual, ha contribuido a la crisis del sistema.
Rubiano, con su experiencia y su compromiso con la salud pública, se convierte en un actor clave en la implementación de esta visión. Su conocimiento de la administración y gestión de los servicios de salud, sumado a su experiencia en el manejo de recursos y en la auditoría de servicios, serán determinantes en el cumplimiento de los objetivos de la Superintendencia. Sin embargo, también enfrentará resistencias y desafíos, especialmente de aquellos sectores que cuestionan los cambios propuestos por el gobierno.
Perspectivas y expectativas
El nombramiento de Rubiano ha sido bien recibido por diversos sectores que ven en su experiencia un activo importante para mejorar el funcionamiento de la Superintendencia Nacional de Salud. Sin embargo, su gestión también estará bajo el escrutinio de la opinión pública y de los actores del sistema de salud, quienes esperan que se traduzca en resultados concretos, especialmente en cuanto al control sobre las EPS y la mejora en la calidad de los servicios de salud.
La supervisión efectiva de las EPS, la implementación de políticas que prioricen el bienestar de los usuarios, y la transparencia en el uso de los recursos son solo algunos de los puntos en los que se espera que el nuevo Superintendente haga la diferencia. Con este cambio en la Superintendencia, se abre una oportunidad para construir un sistema de salud más justo y accesible, un reto que Rubiano García asume con la promesa de fortalecer el derecho a la salud de los colombianos.
El reto es claro. Transformar la Superintendencia en una entidad que verdaderamente proteja los intereses de los ciudadanos, y para ello, Helver Giovanni Rubiano tendrá que navegar entre las complejidades del sistema y las expectativas de una ciudadanía que demanda un servicio de salud digno y eficiente.