Un estudio publicado en el “Journal of Endocrinology” y realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo muestra que las mujeres con obesidad sufren de menstruaciones más abundantes debido a una reparación tardía del revestimiento del útero.
Mediante un estudio de enfoque combinado que analiza a mujeres y simultáneamente a modelos animales se encontró una asociación entre mayor peso corporal y una mayor pérdida de sangre menstrual que sugiere que hay una mayor inflamación en el revestimiento del útero, lo que retrasa su reparación.
Pese a que el estudio no evaluó si la pérdida de peso o los fármacos antinflamatorios pueden ser útiles en el tratamiento de mujeres con obesidad y menstruaciones abundantes, se sentó una evidencia que prueba su relación, lo que conducirá en un futuro al desarrollo de tratamientos más exitosos e incluso personalizados en mujeres que sufren de menstruación abundante.
Recordemos, que el sangrado menstrual abundante puede afectar a 1 de cada 3 mujeres en etapa productiva, y aunque es un padecimiento común sus causas aún no son completamente definidas. En algunos casos las pérdidas de sangre son tan abundantes que impactan la vida laboral de las mujeres y en casos extremos pueden llegar a requerir transfusiones.
Adicionalmente, expertos manifiestan que la menstruación abundante es la causa de más ausencias laborales y especialmente escolares, agregando además a las mujeres una mayor carga financiera derivada de la compra de productos menstruales y la incapacidad de realizar sus actividades cotidianas de manera efectiva.
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Obesidad retrasaría la reparación del revestimiento del útero
Ante estos datos, el equipo de investigación analizó cómo el Índice de Masa Corporal -IMC- afecta la función del útero durante la menstruación en mujeres y también en ratones hembras. Específicamente, el equipo midió el IMS y la pérdida de sangre menstrual de 121 mujeres con clico menstrual regular que asistían a clínicas de ginecología y no se les administraba ningún tratamiento o medicamento hormonal.
En consecuencia se encontró una asociación entre una mayor pérdida de sangre menstrual y un IMC alto. Cabe mencionar, que debido a que muchos otros factores en las mujeres también pueden afectar la pérdida de sangre menstrual, la investigación se extendió a un estudio con ratones, donde las variables en conflicto podrían ser limitadas.
A los ratones hembra se les suministró una dieta normal o una dieta alta en grasa antes de la simulación de la menstruación y se evidenció que las que recibieron una dieta alta en grasas además de aumentar significativamente de peso presentaron una reparación tardía del revestimiento del útero en comparación con las hembras que recibían una dieta normal. Un estudio más enfocado del tejido del útero de los ratones evidenció que los factores inflamatorios eran más altos en las hembras con obesidad.
Finalmente, los investigadores concluyeron que sus hallazgos sugieren que las mujeres con obesidad pueden experimentar menstruaciones más abundantes debido al aumento de la inflamación local y la reparación tardía del revestimiento del útero. “Sería realmente interesante investigar las razones detrás de esto para comprender mejor la función del útero en presencia de la obesidad y desarrollar tratamientos más eficaces basados en la evidencia”, añaden los expertos.
