En Colombia se han incrementado en un 37% los casos en niños con este tipo de cáncer y el 11% en adultos, según la Cuenta de Alto Costo. La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es una clase de cáncer de crecimiento rápido en el que la médula ósea produce una gran cantidad de glóbulos blancos anormales causando que no se pueda producir células sanguíneas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se considera que esta enfermedad oncológica es la más frecuente en niños en edades de 2 a 3 años. Sin embargo, también es posible encontrarla en adultos.
En el caso de Colombia, según datos de la Cuenta de Alto Costo, durante el 2023 hubo un aumento del 37% en casos de pacientes menores de 18 años con LLA y en el caso de los adultos se incrementó en un 11% su prevalencia. Así como ocurre en el mundo, este es el tipo de cáncer más común en niños en el país. Dentro de los síntomas más frecuentes están la pérdida de apetito y peso, sensación de debilidad o cansancio, dolor en los huesos, sangrados nasales o en las encías entre otros.
Tradicionalmente el primer tratamiento aplicado a los pacientes es la quimioterapia lo que suele conllevar significativos efectos secundarios, que, aunque en intensidad pueden variar de persona a persona, se relacionan con nauseas, vómito, puede generar úlceras en la lengua y garganta, cambios en la piel, dificultades renales, anemia entre otros.
Nuevas terapias para la leucemia linfoblástica aguda
Actualmente el desarrollo de nuevas terapias, como la inmunoterapia representan una oportunidad de tratamiento con una menor toxicidad, pero con eficacia y seguridad en comparación con la quimioterapia. Además, el pronóstico ha mejorado de manera significativa por el avance en materia de diagnóstico y seguimiento a los pacientes. En Colombia, la inmunoterapia está disponible desde 2017 empleada en pacientes cuyo tratamiento inicial no dio los resultados esperados y han recaído en la enfermedad.
De acuerdo con el doctor José Luis Fuster Soler médico oncohematologo pediátrico “durante las últimas décadas los resultados del tratamiento de la LLA en niños han mejorado de forma espectacular, logrando que una enfermedad considerada universalmente fatal obtenga actualmente tasas de curación en torno al 90%. Sin embargo, la recaída sigue siendo el principal obstáculo para la curación, entre el 15 y 20% de pacientes sufre una recaída y tras la misma, las posibilidades de curación se reducen a menos del 50%. En este escenario, las nuevas estrategias de inmunoterapia ofrecen una alternativa clara para mejorar los resultados del tratamiento, las tasas de respuesta y, en muchos casos, permitir el acceso a un trasplante de médula ósea” explicó.
Históricamente el trasplante de médula ósea era el único tratamiento con potencial curativo para los pacientes con Leucemia linfoblástica aguda. Su uso como esperanza para sustituir, tanto en adultos como en niños, la médula enferma por sana proveniente de un donante también conlleva desafíos emocionales y físicos que debe enfrentar el paciente.
De acuerdo con Catalina Hoyos, directora médica de Amgen Colombia, “resulta inspirador poder aportar a la historia de vida de los pacientes mediante el uso de la inmunoterapia, que ha sido un avance significativo, tanto por su eficacia y seguridad, como por la mejoría en la supervivencia global lo cual representa un gran paso en el manejo de esta enfermedad con alternativas de menor toxicidad. Entendemos que un diagnóstico de leucemia linfoblastica aguda puede cambiar la trayectoria de su niñez por eso queremos seguir siendo un aliado científico que promueva la calidad de vida de los pacientes con esta desafiante enfermedad”
Por su parte el doctor Josep-María Ribera investigador principal del grupo de Leucemia Linfoblástica Aguda en el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y jefe de hematología clínica del Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha declarado frente a la inmunoterapia “Yo creo que estamos profundizando mucho en el conocimiento de las bases biológicas de estas enfermedades. De este profundo conocimiento estamos asistiendo a una revolución en los tratamientos, que están siendo más lógicos y dirigidos. Sabemos que procedimientos como el trasplante han sido de gran valor para los pacientes, pero también estamos convencidos que los trasplantes están en constante evolución y que probablemente en el futuro se introduzca la inmunoterapia en etapas más tempranas del tratamiento por lo que el el papel del trasplante podría verse reducido”
