La Supersalud ordenó la intervención forzosa para administrar bienes, así como para la toma de posesión inmediata del Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar (Tolima). De acuerdo con hallazgos del ente de vigilancia y control, se identificaron 31 hallazgos que afectan la prestación de servicios de salud y ponen de manifiesto deficiencias en áreas como la gestión administrativa, presupuestal, contratación, informes financieros e inconsistencias.
A nivel financiero, se observó una inadecuada gestión gerencial por radicación inoportuna de la facturación por venta de servicios de salud, cuyo valor asciende a $13.955 millones. En materia administrativa, la institución no aplica la normativa vigente sobre los aspectos contractuales y administrativos. Esto incluye la falta de un manual de contratación y la omisión en la aplicación de los principios generales que rigen la contratación pública, así como la falta de cumplimiento de las disposiciones legales relacionadas con la composición y funcionamiento de la junta directiva.
Relacionado con lo anterior, la Supersalud evidenció fallos en la supervisión de contratos, ya que se efectúan pagos a los proveedores sin la documentación que respalde el cumplimiento de las actividades realizadas o que justifique los gastos realizados.
Con la medida de intervención, el superintendente dispuso la destitución del actual director de su cargo y designó a la doctora Nelly Belén Arsuza Mendoza como agente especial interventora. La doctora Arsuza Mendoza, médica cirujana y especialista en Gerencia de Servicios de Salud, asumió las responsabilidades de representante legal del centro asistencial en la tarde de ayer. La agente interventora cuenta con amplia experiencia en la administración de hospitales públicos.
“Adoptamos esta medida de intervención dada la cantidad de falencias de índole administrativa, financiera, asistencial y jurídica en la gestión de este hospital, todas las cuales afectan la estabilidad financiera y ponen en riesgo la adecuada y oportuna prestación del servicio de salud a miles de usuarios del área de influencia de la región del Líbano”, aseguró el titular de la Supersalud, Ulahí Beltrán López.
Deficiencias del Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar detectadas por la Supersalud
Durante el período del 5 al 9 de junio de 2023, la Superintendencia Nacional de Salud realizó una auditoría al Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar, evidenciando múltiples falencias. Entre ellas se incluyen:
- Se registraron demoras de más de 123 días para recibir atención médica, lo que pone en riesgo la garantía de servicios de salud y crea obstáculos en el acceso. Durante las actividades de inspección, se detectaron situaciones en las que los pacientes tenían que aguardar hasta 4 meses para que les programaran citas médicas.
- Los tiempos de atención fueron significativamente reducidos, ya que las consultas médicas no cumplían con los requisitos mínimos necesarios para garantizar un examen físico completo, una impresión diagnóstica adecuada y un plan de tratamiento adecuado para el paciente.
Además, como estrategia para hacer frente a la alta demanda de pacientes, el hospital permitía que algunos especialistas (neurología, medicina interna y fisiatría) llevaran a cabo lo que se conoce como consulta espejo o asistida. Es importante destacar que esta práctica no cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Salud y Protección Social.
- El Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar también presenta sobreocupación en el servicio de urgencias. La situación impacta negativamente en el estado de salud de los pacientes, a quienes se les prolonga la estadía en el área de observación y agrava su condición.
- Se detectaron deficiencias en la seguridad de los pacientes, especialmente en lo que respecta al proceso de atención del binomio madre-hijo dentro del marco de la ruta integral de atención materno-perinatal. Se encontraron situaciones de alto riesgo para la seguridad de las usuarias, incluyendo la atención de partos sin la presencia de un ginecobstetra, a pesar de la condición de riesgo de la paciente.
Las falencias en la atención también quedaron demostradas en la falta de seguimiento. La Supersalud detectó que, la institución no lleva a cabo este proceso con los pacientes a los que se les han cancelado cirugías y procedimientos por razones internas del centro hospitalario. Esto conduce a demoras de hasta cinco meses en la programación y continuidad de la atención, lo cual impacta negativamente en la salud de los pacientes y en la evolución de su condición clínica.
- El Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar no asegura una organización adecuada, un almacenamiento adecuado ni un control adecuado de las fechas de vencimiento de los medicamentos y dispositivos médicos. Tampoco supervisa las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad relativa, para los medicamentos, dispositivos médicos y suministros del carro de paro del servicio de urgencias.
Por otro lado, aún no se ha implementado la metodología para evaluar el riesgo en los procesos judiciales y su correspondiente registro contable. Esto plantea una preocupación, dada la incertidumbre asociada al pasivo contingente y la necesidad de asegurar la veracidad de las cifras de la entidad. Asimismo, el Hospital Regional Alfonso Jaramillo ha incumplido con las condiciones estipuladas en los contratos con las EPS, de acuerdo al Decreto 441 de 2022, que es la norma marco vigente para los acuerdos entre las entidades responsables de pago y los prestadores de servicios de salud.
En la resolución que dispone la intervención, la Superintendencia Nacional de Salud instruye a la nueva agente interventora a tomar las medidas necesarias para abordar las situaciones que condujeron a la intervención forzosa en la administración del hospital en el municipio del Líbano.