En respuesta a la reciente alerta de fiebre amarilla emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en varios países, la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá ha activado un plan de respuesta integral para prevenir la expansión de la enfermedad. La fiebre amarilla, una infección viral transmitida por mosquitos del género Aedes, presenta alta letalidad en su fase grave, con afectaciones en órganos vitales y síntomas graves como ictericia, hemorragias y fallo hepático. Aunque Bogotá no es una zona endémica, la Secretaría advierte sobre el riesgo de importación de casos y la importancia de la vacunación y la vigilancia.
La fiebre amarilla es un riesgo potencial de epidemia
La fiebre amarilla es una de las enfermedades infecciosas de mayor interés en salud pública por su potencial epidémico y elevada mortalidad, especialmente en individuos no vacunados que residen o viajan a zonas endémicas. En Colombia, los departamentos considerados de alto riesgo son los Llanos Orientales, la Amazonía, Orinoquía, Magdalena Medio, Norte de Santander y áreas vecinas a la Sierra Nevada de Santa Marta. Sin embargo, recientemente se notificaron casos en el departamento del Tolima, lo que representa una expansión de áreas de riesgo.
El virus de la fiebre amarilla se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, y sus síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. En casos severos, la infección puede evolucionar a una fase tóxica que afecta órganos como el hígado y los riñones. Esta fase es mortal en alrededor del 50% de los casos. Por lo tanto, la Secretaría Distrital de Salud ha reforzado las acciones de inmunización en Bogotá, asegurando que la vacuna esté disponible de forma gratuita en centros de salud autorizados.
Plan de respuesta de la secretaría distrital de salud
Ante la alerta de fiebre amarilla, Bogotá ha establecido un plan de acción que incluye medidas de vigilancia, vacunación y educación, con el objetivo de proteger a la ciudadanía y evitar la propagación del virus.
Acciones de vigilancia en salud pública:
- Fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica: se intensifican las búsquedas activas de casos sospechosos, que incluyen diagnósticos diferenciales como dengue, leptospirosis y hepatitis.
- Vigilancia comunitaria: la capacidad para detectar y responder a posibles brotes se incrementa a nivel comunitario, con la participación de personal médico capacitado en signos y síntomas de fiebre amarilla.
- Notificación inmediata: se intensifica la notificación de casos sospechosos a los servicios de salud de la ciudad, con el fin de actuar rápidamente en caso de brotes.
Laboratorio de salud pública:
- Recepción y remisión de muestras: las muestras de casos sospechosos se envían al Instituto Nacional de Salud, donde se realiza la confirmación de fiebre amarilla y otras enfermedades similares.
- Capacitación en laboratorios clínicos: el personal auxiliar recibe capacitaciones para asegurar la correcta obtención y transporte de muestras, en cumplimiento con los protocolos de salud pública.
Vigilancia en puntos de entrada a la ciudad:
- Control en viajeros internacionales: se intensifica la vigilancia de fiebre amarilla en viajeros procedentes de países en riesgo y de zonas endémicas dentro del país.
- Vacunación en terminales y aeropuerto: se refuerzan los equipos de vacunación en puntos de entrada a la ciudad para viajeros que se dirigen a zonas de riesgo.
Programa ampliado de inmunizaciones:
- Vacunación preventiva: Bogotá fortalece la vacunación contra fiebre amarilla para niños desde los 18 meses y adultos hasta los 59 años. La vacuna, administrada al menos 10 días antes del viaje, es crucial para desarrollar una respuesta inmunológica efectiva.
- Educación y sensibilización: se llevan a cabo campañas de educación en salud pública, en entornos comunitarios y escolares, para fomentar la vacunación y destacar su importancia como medida de prevención.
La Importancia de la vacunación para viajeros
La vacuna contra la fiebre amarilla es el método preventivo más eficaz para evitar la enfermedad y sus complicaciones graves. La Secretaría Distrital de Salud recomienda a todas las personas que planeen viajar a zonas de riesgo que reciban la vacuna con suficiente antelación, pues su eficacia completa se desarrolla después de 10 días de la aplicación. En Bogotá, la vacunación se realiza de manera gratuita en los puntos autorizados, y las personas vacunadas reciben un carné nacional o internacional, según el destino de viaje.
Además, para los viajeros internacionales que lleguen a Bogotá, se exige que hayan sido vacunados contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes de su ingreso al país, en línea con las recomendaciones de la OPS y la OMS. Esto asegura que quienes viajen desde o hacia zonas de riesgo cuenten con la protección necesaria.
Prevención y responsabilidad ciudadana
En el contexto actual de alerta sanitaria, la Secretaría Distrital de Salud ha subrayado la importancia de la corresponsabilidad de la ciudadanía en la prevención de la fiebre amarilla. “La prevención de enfermedades como la fiebre amarilla es una tarea de todos. Vacunarse, seguir las recomendaciones de las autoridades de salud y reportar cualquier síntoma sospechoso son acciones fundamentales para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos”, indicó la entidad en su comunicado reciente.
Este llamado a la prevención y vacunación es un esfuerzo por sensibilizar a la población sobre los riesgos asociados a esta enfermedad y destacar el papel de cada individuo en la contención de posibles brotes. Las autoridades instan a la comunidad a informarse y actuar de manera responsable, especialmente quienes tienen planes de viaje a zonas endémicas de Colombia o de otros países.