En América Latina, enfermedades que alguna vez parecieron controladas o en declive están reapareciendo y generando preocupación entre las autoridades sanitarias.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) está monitoreando de cerca los casos de lepra, tuberculosis y chikungunya, infecciones causadas por diferentes patógenos, que están afectando principalmente a poblaciones de bajos recursos y con problemas de acceso a la atención médica. Estas enfermedades, consideradas desatendidas, pueden tener efectos perdurables en la calidad de vida y suponen un desafío para la salud pública en la región.
Lepra
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por la bacteria Mycobacterium leprae, que afecta principalmente a la piel y al sistema nervioso periférico. Aunque se ha logrado reducir su incidencia en muchos países, aún está presente en más de 120 naciones, y se notifican más de 200.000 nuevos casos de personas con lepra en todo el mundo cada año.
Recientemente, en México se han reportado aumentos en los casos de lepra, especialmente en 12 municipios que son objeto de vigilancia prioritaria debido al aumento de pacientes con la enfermedad.
La transmisión de la lepra no es fácil, y puede pasar mucho tiempo antes de que aparezcan los síntomas, lo que dificulta el rastreo del origen de la infección. Los expertos creen que la bacteria se disemina a través de pequeñas gotas en el aire liberadas cuando una persona con lepra tose o estornuda. También puede transmitirse por contacto con los líquidos nasales de un paciente. Sin embargo, la lepra es tratable con una combinación de antibióticos, lo que permite que los pacientes sigan con su vida normal y ya no requieran reclusión en leprosarios.
Tuberculosis
La tuberculosis, por su parte, es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis y generalmente afecta los pulmones, aunque también puede atacar otros órganos como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. Aunque los esfuerzos para controlar la tuberculosis han sido efectivos en ciertas áreas, sigue siendo una endemia en la región.
En 2021, se registraron 309,000 casos de tuberculosis en todo el mundo, y 32,000 personas murieron a causa de esta enfermedad. Esto representa un aumento en comparación con los años anteriores, lo que indica la necesidad de continuar con los esfuerzos de prevención y tratamiento.
En Perú y Argentina, la tuberculosis sigue siendo un problema significativo. Perú reportó 3,519 casos de tuberculosis en menores de 15 años para 2020, con una tasa de incidencia de 31 casos por cada 100,000 habitantes, la segunda más alta en la región.
En Argentina, se notificaron 12,569 casos de tuberculosis en 2021, con una tasa nacional de 27 por cada 100,000 habitantes, un 15.3% más alta que en 2020. Aunque hubo marcadas diferencias entre las jurisdicciones, todas presentaron casos de tuberculosis.
Chikungunya
La fiebre chikungunya es otra enfermedad que ha resurgido en América Latina, superando los 210.000 casos en los primeros meses de 2023. Esta enfermedad viral se transmite a través de la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado, al igual que el dengue. Afecta a varios países de la región, y Paraguay ha sido uno de los más afectados. Argentina y Uruguay notificaron transmisión local por primera vez este año, y Bolivia también registró altos niveles de transmisión de chikungunya.
Dado que no existe una vacuna para prevenir el chikungunya, la principal forma de controlarla es reducir los lugares donde los mosquitos puedan criar. Esto implica eliminar recipientes sin uso que puedan acumular agua, dar vuelta o tapar los que sí se utilizan, y vaciarlos permanentemente para evitar la reproducción de los mosquitos. La vigilancia y el control de enfermedades transmitidas por vectores son fundamentales para prevenir brotes y epidemias en la región.