En Colombia, las enfermedades respiratorias crónicas se consideran un problema de salud pública y para los que se han establecido políticas que siguen vigentes. Entre ellas, a nivel gubernamental se destacan el Plan Decenal diseñado hasta 2031 o las estrategias de identificación de grupos de riesgo propuestas por el Ministerio de Salud, dirigidas a pacientes diagnosticados con asma o EPOC en el territorio nacional.
Pero, también hay otras iniciativas en curso diseñadas para generar un impacto duradero entre los profesionales de la salud y la población colombiana. Entre ellos, la “Estrategia de intervención para el fortalecimiento de la gestión del riesgo en salud“, un documento que hace parte de la iniciativa +Aire y que aborda el manejo de las enfermedades respiratorias crónicas y analiza el costo económico derivado de enfermedades como el asma y la EPOC, sobre las cuales no hay estadísticas unificadas que permitan medir con mayor precisión a esta problemática.
A pesar de los avances, existen grandes oportunidades para optimizar la atención integral de las personas afectadas con enfermedades respiratorias crónicas. De acuerdo con especialistas en la materia, la falta de la gestión integral del riesgo está ocasionada principalmente por el subdiagnóstico de las patologías, la baja cobertura del tratamiento integral o de tratamiento farmacológico. También se cuentan los elevados costos evitables o el desconocimiento del impacto de estas enfermedades en la vida laboral.
Persisten barreras en la gestión integral de las enfermedades respiratorias: situación nacional
Las enfermedades respiratorias crónicas, como el asma y la EPOC, enfrentan en Colombia serias deficiencias en su diagnóstico. El análisis departamental sobre la EPOC, realizado para el periodo 2016-2019, muestra que la proporción de pacientes diagnosticados varía entre el 0.8% y el 3.5% en el régimen contributivo, y entre el 0.8% y el 4.4% en el subsidiado. Departamentos como Antioquia, Bogotá, Boyacá, Risaralda, Caldas y Quindío presentan las mayores proporciones de pacientes diagnosticados con EPOC. En cuanto a las exacerbaciones o agudizaciones, se registraron rangos del 12% al 35% en el régimen contributivo y del 16% al 43% en el subsidiado, con prevalencia en Antioquia, Atlántico, Bogotá, Boyacá, Huila, Quindío y Risaralda.
En relación al asma, la proporción de pacientes menores de 18 años atendidos en el mismo periodo fue del 2.5% (rango de 0.7% a 4.9%) en el régimen contributivo y del 1.4% (0.5% a 4.3%) en el subsidiado. Los departamentos con mayor proporción de casos atendidos fueron Antioquia, Atlántico, Bolívar, Caldas y Risaralda. Un indicador importante en el control del asma es la hospitalización, que en este periodo mostró tasas del 8.3% en ambos regímenes, con una amplia variabilidad entre los departamentos.
A raíz de esta situación, la Estrategia de intervención para el fortalecimiento de la gestión del riesgo en salud en enfermedades respiratorias crónicas plantea una serie de actividades, dirigidas a los profesionales de la salud y a las sociedades científicas. Algunas de las acciones más relevantes incluyen la implementación de un algoritmo de sospecha diagnóstica para EPS e IPS, creación del protocolo de espirometría en prestadores primarios, certificación de médicos expertos en enfermedades respiratorias crónicas a través de agremiaciones y universidades.
En la lista de también se encuentra el diseño e implementación de estándares de calidad para el prestador primario en torno a la gestión del riesgo de enfermedades respiratorias crónicas (EPOC – ASMA), así como el fortalecimiento a la vacunación contra neumococo. Adicionalmente, y como respaldo a la gestión de las sociedades científicas del país, la estrategia se propone crear estándares de buenas prácticas para la atención de enfermedades respiratorias crónicas en centros de atención primaria, tomando en cuenta referentes internacionales, la identificación de aliados estratégicos, y el desarrollo de experiencias piloto que permitan ajustar y validar los instrumentos necesarios para la certificación.
A través de estas acciones, la Estrategia de intervención para el fortalecimiento de la gestión del riesgo en salud tiene un objetivo claro: reducir el subdiagnóstico de enfermedades como el asma y la EPOC en al menos un 1%, aumentar el acceso a terapias farmacológicas en un 10%, y disminuir en un 5% las tasas de hospitalización y urgencias relacionadas con estas patologías. Sin embargo, su éxito dependerá en gran medida de la colaboración entre los actores del sistema.
CONSULTORSALUD invita a sus lectores a conocer más sobre esta iniciativa, accediendo al documento que se adjunta a continuación:
Referencias utilizadas:
Estrategia para el fortalecimiento de la respuesta nacional de prevención y atención de las enfermedades respiratorias crónicas -Asma y EPOC-. Colombia 2024-2026. Material elaborado por Processum para GSK. Información compartida con fines exclusivos para la publicación de este artículo.
