Este 7 de mayo es el día mundial del asma, una condición de salud crónica que afecta tanto a la población infantil como adulta. Los últimos datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que 262 millones de individuos habían sido diagnosticados en 2019 y que se había relacionado a esta enfermedad como la causa de 455.000 fallecimientos, la mayoría de éstos en países de bajos ingresos.
El asma no se manifiesta exactamente igual, ya que depende de la severidad. Sin embargo, los principales síntomas abarcan presión en el pecho que dificulta la respiración, disnea o dificultad para respirar (también en estado de reposo), sibilancias y tos persistente, especialmente en horas de la noche. Con respecto a las causas, la predisposición genética juega un papel crucial en su aparición, especialmente cuando hay antecedentes familiares directos de la enfermedad, como padres o hermanos asmáticos.
Pero, no es el único factor reconocido. El cambio climático, padecer con frecuencia infecciones virales respiratorias, mantenerse expuesto al humo de tabaco y otras fuentes de contaminación del aire podrían desencadenar la aparición del asma en la adultez o vejez; además los científicos también han identificado a la rinitis o a las alergias cutáneas como posibles desencadenantes.
La exposición a alérgenos y sustancias irritantes en el entorno, tanto en interiores como en exteriores, también se considera un factor de riesgo, incluyendo contaminantes del aire, ácaros del polvo, mohos, sustancias químicas y polvo en el lugar de trabajo. Además, la obesidad, tanto en niños como en adultos, se asocia con un aumento en la probabilidad de padecer asma.
Panorama del asma en Colombia – versión actualizada
