La reciente imputación de cargos por parte de la Fiscalía General de la Nación a exdirectivos de la Nueva EPS han generado un nuevo capítulo en lo que podría convertirse en uno de los mayores escándalos financieros del sector salud colombiano. En respuesta, el Superintendente Nacional de Salud (Supersalud), Giovanny Rubiano García, ha respaldado la medida de intervención que su entidad aplicó sobre la aseguradora y reveló detalles inéditos del proceso.
“Esto confirma que la medida de intervención a la Nueva EPS está dando resultados concretos al país”, aseguró Rubiano al referirse a la acción penal que avanza por el presunto desvío de más de 70 mil millones de pesos. La Fiscalía acusa a los exdirectivos de haber incurrido en delitos como falsedad en documento privado, fraude procesal, omisión de control de recursos públicos y peculado por apropiación.
Según explicó el Superintendente, el organismo de vigilancia que lidera ha tenido un rol determinante en el avance de la investigación judicial. Desde el pasado 16 de diciembre de 2024, bajo la administración actual, la Superintendencia trasladó a la Fiscalía información clave que sirvió como sustento para la imputación de cargos.
Presunto fraude contable: el mayor de su tipo en salud
Rubiano fue enfático en la gravedad del caso: “De comprobarse la presunta alteración de los estados financieros de la Nueva EPS, podríamos estar hablando del mayor fraude contable en la historia de los recursos de la salud en Colombia”. Las declaraciones se sustentan en hallazgos que la Superintendencia recopiló en el marco de la medida de intervención forzosa para administrar la EPS, que desde 2024 está bajo supervisión directa del Estado.
Uno de los hallazgos más significativos tiene que ver con la omisión deliberada de pasivos en los balances financieros presentados por la aseguradora. “Estamos hablando de deudas billonarias, de pasivos ocultos, que corresponden a distintos años y que no habían sido procesados y contabilizados por la entidad”, denunció el Superintendente.
Este tipo de maniobras habrían permitido a la Nueva EPS presentar estados financieros falsamente favorables ante los entes de control, lo cual habría pospuesto la intervención oficial a pesar de la crisis patrimonial que enfrentaba.
Información clave entregada a la Fiscalía
En lo que respecta a la Superintendencia Nacional de Salud, estos descubrimientos constituyen, hasta ahora, “el hallazgo más relevante” como resultado directo de la intervención forzosa. La entidad también entregó a la Fiscalía bases de datos detalladas sobre facturación pendiente por valor superior a los 4 billones de pesos, deudas que no habían sido registradas oficialmente en la contabilidad de la EPS.
“Esto confirma que las medidas de intervención dan resultados, pero toman tiempo”, enfatizó Rubiano, quien defendió el trabajo técnico realizado por la Supersalud y reiteró que las acciones emprendidas han permitido a la ciudadanía conocer la dimensión real de la situación financiera de la entidad intervenida.
La Fiscalía ahora cuenta con esta información como soporte probatorio para avanzar en el juicio penal contra los exdirectivos implicados. Se espera que esta evidencia permita esclarecer cómo se estructuró la supuesta manipulación contable y hasta qué punto se comprometieron recursos públicos destinados a la atención en salud de millones de usuarios.
Llamado a la justicia y a los entes de control
El Superintendente también manifestó que la Superintendencia ha dado traslado de los hallazgos a otras entidades de control, como la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación, a fin de que se inicien los procedimientos administrativos, fiscales y disciplinarios que correspondan.
“El sustento de la información entregada sobre las irregularidades en los estados financieros de la Nueva EPS, como resultado de la medida de intervención, es lo que ha permitido el inicio de procesos penales contra exdirectivos de esta EPS”, recalcó Rubiano, quien reiteró su compromiso con el esclarecimiento de los hechos y la protección de los recursos públicos del sistema de salud.
Asimismo, la Supersalud indicó que espera decisiones judiciales firmes de los jueces penales que tramitan los procesos, así como la actuación diligente de los entes de control competentes.
“Apenas la punta del iceberg”
El Superintendente cerró sus declaraciones con una advertencia que refleja la gravedad del caso y la posibilidad de que existan más irregularidades por descubrir. “Esto es apenas la punta del iceberg”, sentenció Rubiano, quien no descartó que otros procesos similares puedan salir a la luz como resultado de las labores de intervención y auditoría que realiza la entidad a su cargo.
Las implicaciones del caso Nueva EPS no solo son de orden penal y fiscal, sino también político e institucional. La confianza en el sistema de aseguramiento está en juego, así como la sostenibilidad del modelo financiero que soporta la atención en salud en Colombia. Lo que está en curso, más que un simple escándalo contable, es una prueba de fuego para los mecanismos de control y vigilancia del Estado.