Un reportaje publicado en The Washington Post reveló que la farmacéutica Pfizer no tiene la capacidad de entregar nuevas dosis de su vacuna a Estados Unidos. Esta situación se prolongará hasta junio o julio de 2021, ya que otros países adquirieron las dosis restantes y disponibles. De acuerdo con el convenio establecido entre Pfizer y el gobierno estadounidense, se proporcionarán 100 millones de dosis, a un costo de 1.95 billones de dólares y suficientes para inmunizar a 50 millones de habitantes con las dosis requeridas.
En ese momento, la compañía farmacéutica intentó que se compraran 100 millones de dosis adicionales, una oferta a la que no accedieron los funcionarios estadounidenses. Como esta situación es irreversible, entre abril y mayo se vería suspendido el programa de vacunación en ese país. “No estoy preocupado sobre nuestras habilidades para comprar vacunas y ofrecerlas a todo el público americano”, dijo a The Washington Post el general Paul Ostrowski, que supervisa la logística de la Operación Velocidad Warp.
La semana pasada, días en los que la vacuna Pfizer-BioNTech comenzó sus trámites de aprobación, oficiales federales estadounidenses contactaron a la farmacéutica para comprar 100 millones de dosis extras -el mismo número ofrecido inicialmente por los desarrolladores- pero la respuesta fue negativa, ya que su suministro actual está comprometido. Por ahora, Pfizer ha mencionado que sería capaz de entregar 50 millones de dosis al final del segundo trimestre y otras 50 millones de dosis en el tercer trimestre del año próximo. Sin embargo, todavía no se conoce un pronunciamiento oficial al respecto.
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Los términos y condiciones impuestos a Pfizer son diferentes
The Washington Post también reveló que el contrato inicial permitía la opción de compra de 500 millones de dosis adicionales.“Pfizer informará al Gobierno de los plazos apropiados basados en la compra de materias primas, la reserva de capacidad y otros factores, y Pfizer y el Gobierno acordarán mutuamente un calendario de entrega estimado apropiado” (versión traducida del documento original).
De acuerdo con el periódico estadounidense, EE.UU. ha firmado un contrato distinto con Pfizer, a diferencia de las otras farmacéuticas que hacen parte de la Operation Warp Speed. Una fuente anónima y verificada por el medio reveló que Pfizer no aceptó ningún tipo de financiación para investigación y desarrollo de su vacuna. Por consiguiente, los funcionarios de los Estados Unidos han tenido menos conocimiento de sus decisiones.
En todo caso, el contrato también estipula que, si la vacuna de Pfizer tiene éxito y recibe la autorización de la FDA, el gobierno de los Estados Unidos compraría 100 millones de dosis a un precio fijo.
El presidente Donald Trump espera firmar una orden ejecutiva que priorizaría la vacunación de los estadounidenses antes de proporcionar dosis a otros países. Todavía se desconoce si sería una medida impuesta a Pfizer-BioNTech o si el presidente puede impedir que una empresa estadounidense cumpla contratos legales con otros países.
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