La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en medio de su análisis sobre la situación de la pandemia en la región, reveló que las Américas mantienen los niveles de contagio más altos desde que comenzó esta emergencia sanitaria. De acuerdo con sus estadísticas, más de 28.5 millones de casos y 753.000 muertes se han identificado en los países de este territorio, a pesar de los esfuerzos por contener el avance de los contagios.
La Dra. Carissa Etienne, directora de la organización, manifestó en una rueda de prensa que “las cifras y tendencias hacen claro que nuestra región debe redoblar las medidas preventivas, especialmente en preparación para las vacaciones de fin de año. Ahora no es el momento de relajarse”. Este pronunciamiento enfático cobra relevancia por el inicio del invierno y las áreas que quedaron devastadas por los huracanes: Centroamérica, Honduras, Guatemala y Panamá, país con alta prevalencia de casos.
Hacia Suramérica, la preocupación se concentra en Brasil, ya que los hospitales alcanzaron el límite de su capacidad. Pero, también en las fronteras de Colombia con Venezuela y Ecuador. “Esperamos que las vacunas COVID-19, que pronto saldrán al mercado, ayuden a contener la pandemia, pero esto llevará tiempo y planificación anticipada”, resaltó la Dra. Etienne.
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Los hospitales se quedan cortos en capacidad
Esta semana, la OPS sostiene un Consejo Directivo para definir los preparativos e introducción de la llegada de las vacunas a América. Como se suponía, las dosis adquiridas no serán suficientes para inmunizar a todos los habitantes, así que el primer grupo de vacunas será destinado a los individuos más vulnerables de la región. Los datos de la organización revelan que los países de América han asegurado más de 1.000 millones de dólares en pagos iniciales y garantías financieras para participar en COVAX.
Ahora que la segunda ola inició en varios países, la OPS solicitó aumentar la capacidad hospitalaria, particularmente en las áreas rurales y fortalecer las acciones de prevención en las zonas de difícil acceso. Pero, todavía no se cuenta con una guía estandarizada para proteger a las comunidades, que establezcan mecanismos y protocolos para robustecer la atención en hospitales, clínicas y centros de salud. “Es momento para que las autoridades sanitarias de nuestra región, actúen emitiendo orientaciones claras. Cuando los hospitales no pueden dar cabida a los enfermos, muchos morirán en espera de atención”, enfatizó la representante de la OPS.
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