En el marco del Día Mundial de la Obesidad, la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut-2022), un proyecto del Instituto Nacional de Salud Pública de México detalló que en cuanto al sobrepeso y la obesidad se ha observado un crecimiento sostenido en todos los grupos de la población. De 2020 a 2022, la prevalencia de obesidad en escolares mexicanos fue de 18.1%, mientras que en adolescentes fue de 17.2%.
Igualmente, la encuesta mostró que entre las personas adultas mexicanas la prevalencia de esta condición fue del 36.0%, con un mayor porcentaje de mujeres (41%) respecto a los hombres (32.3%).
Cabe mencionar que la obesidades una condición que provoca un impacto negativo en la salud de las personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el índice de masa corporal es el indicado simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza para identificar el sobrepeso o la obesidad, y se considera estas patologías cuando una persona registra un IMC igual o mayor a 30.
La Secretaría de Salud de México explica que la obesidad es una enfermedad “multifactorial y compleja que requiere de estrategias integrales para su atención, ya que es factor de riesgo para el desarrollo de padecimientos crónicos, mortalidad, ocasiona costos importantes para los sistemas de salud y disminuye la productividad”. Debido a su complejidad, la respuesta a esta enfermedad requiere un abordaje integral y un tratamiento con base en evidencia científica.
Prevalencia de sobrepeso y obesidad en escuelas primarias de Chihuahua, México
La obesidad infantil es una preocupación significativa en la salud pública de México y en muchos otros lugares del mundo. Es crucial comprender los diversos factores que contribuyen a esta problemática para poder abordarla de manera efectiva, de tal manera que un estudio de la Universidad Autónoma de Chihuahua analizó la prevalencia de sobrepeso y obesidad en escolares de cuarto a sexto grado de primaria de diferentes zonas de la ciudad de Chihuahua, donde participaron 10 escuelas públicas.
Como resultado de esta investigación, los científicos encontraron un 19.8% de obesidad para el total de la muestra, con un 23,9% para los niños y 15,8% para las niñas. “: Se encontró mayor sobrepeso y obesidad en las escuelas pertenecientes a la zona centro de la ciudad, por lo que sería de gran relevancia involucrar a padres de familia, docentes y directivos, para implementar intervención multidisciplinaria, con énfasis en la promoción de actividad física y buenas prácticas de nutrición que puedan disminuir esta problemática en dicha zona escolar”, detalla el estudio.
Cirugía bariátrica, única alternativa para tratar superobesidad
De otro lado, la superobesidad es un término establecido por la OMS, el cual sustituye al de la obesidad mórbida. Se considera en esta clasificación a quienes tienen un índice de masa corporal superior a 35.
Por su parte, la jefa de la Clínica de Obesidad del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, Luz Sujey Romero Loera, mencionó que es fundamental que “la población tome consciencia de que la obesidad es una enfermedad, la cual detona otras como diabetes, hipertensión, dislipidemia (triglicéridos y colesterol alto), que llevan a padecimientos cardiovasculares”.
En cuanto al tratamiento de este padecimiento, la especialista indica que muchos de los pacientes mexicanos han luchado por bajar de peso con ejercicio y dieta, pero luego de un tiempo vuelven a subir de peso. De esta manera, la única solución es la cirugía bariátrica. “Hasta ahora a nivel mundial, la cirugía bariátrica es el único método de pérdida de peso sostenida”.
Como tal, la Norma Oficial Mexicana para el Tratamiento Integral del Sobrepeso y la Obesidad establece criterios específicos para la cirugía bariátrica. Según esta directriz, las personas candidatas a este procedimiento deben haber seguido durante al menos seis meses una dieta y un plan de ejercicio prescritos por un especialista médico o en nutrición, sin lograr una reducción significativa de peso. Este requisito asegura que la cirugía sea considerada como último recurso después de agotar otras opciones de tratamiento.
Es importante subrayar que la atención de pacientes con esta condición es un desafío complejo, dado que implica abordar una variedad de factores interrelacionados. Además de los aspectos puramente médicos, como la dieta y el ejercicio, también se deben considerar factores ambientales, nutricionales, económicos, sociales y emocionales. Es común que muchos pacientes con superobesidad experimenten depresión y ansiedad, lo que añade una capa adicional de complejidad al tratamiento. Por lo tanto, es fundamental que el enfoque terapéutico sea integral y multidisciplinario, abordando tanto los aspectos físicos como los emocionales de este problema de salud.