La comunidad médica argentina, encabezada por la Academia Nacional de Medicina (ANM) y respaldada por 48 entidades especializadas, ha expresado su firme oposición al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023. Esta medida, que prohíbe a los médicos incluir marcas comerciales de medicamentos en las recetas, limitándolos a la denominación genérica, ha generado inquietudes. La principal preocupación surge de la falta de estudios de bioequivalencia para la mayoría de los medicamentos genéricos en Argentina, poniendo en riesgo la eficacia y seguridad en comparación con los medicamentos originales.
El comunicado destaca que esta decisión desplaza la responsabilidad a quienes dispensan la medicación, afectando la libertad del médico y su deber profesional. Se hace un llamado a revisar la normativa basándose en evidencia técnica y científica, subrayando la importancia de establecer pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad para los productos farmacéuticos genéricos. Reconocidas entidades médicas, como la Asociación Argentina de Oncología Clínica y la Sociedad Argentina de Cardiología, respaldan la petición de revisión del DNU.
El comunicado de la Academia Nacional de Medicina (ANM) y las 48 entidades médicas en Argentina refleja una profunda preocupación por los cambios en la prescripción de medicamentos establecidos por el DNU 70/2023. En el comunicado, los médicos destacan que la prohibición de incluir sugerencias de marcas comerciales en las recetas, junto con el nombre genérico, perjudica tanto a los pacientes como a la responsabilidad del médico tratante.
El DNU modifica el artículo 2 de la Ley N° 25.649, que regula la utilización de medicamentos por su nombre genérico. Ahora, todas las recetas médicas deben expresarse exclusivamente con el nombre genérico del medicamento o denominación común internacional, seguida de la forma farmacéutica y dosis/unidad, con detalle del grado de concentración. Este cambio ha generado preocupación, ya que limita la libertad del médico al prescribir y, según la ANM, traslada la responsabilidad primaria a quienes dispensan la medicación, modificando la responsabilidad profesional del médico tratante.
Uno de los puntos centrales de la discusión gira en torno a la falta de estudios de bioequivalencia y biodisponibilidad en la mayoría de los productos farmacéuticos genéricos en Argentina. Esto implica que no se puede garantizar el mismo nivel de eficacia y seguridad en una droga genérica en comparación con el medicamento original recomendado por el médico. Esta preocupación es particularmente crítica en el caso de pacientes oncológicos y en otras enfermedades de tratamiento prolongado.

Consultado por Infobae, el Dr. Juan Antonio Mazzei, presidente de la ANM, enfatizó que en Argentina no es obligatorio presentar pruebas de biodisponibilidad y bioequivalencia para la mayoría de los medicamentos genéricos. Si se impide al médico sugerir un medicamento específico, según el Dr. Mazzei, no hay garantía de que el paciente reciba un producto que cumpla con la calidad de la acción terapéutica necesaria.
El comunicado de la ANM subraya que los cambios en el DNU “trasladan la responsabilidad primaria a quien dispense la medicación desplazando al médico tratante en dicha tarea y modificando su responsabilidad profesional”. Además, se destaca que esta modificación podría tener consecuencias negativas sobre la salud de la población.
Es relevante mencionar que el comunicado cuenta con el respaldo de 48 prestigiosas entidades médicas en Argentina, incluyendo la Asociación Argentina de Oncología Clínica, la Sociedad Argentina de Cardiología, la Federación Cardiológica Argentina, entre otras. La diversidad de especialidades médicas respaldando la declaración resalta la magnitud del impacto que estos cambios podrían tener en la práctica médica en diversas áreas de la salud.
En cuanto a la legislación previa al DNU, los médicos tenían la libertad de incluir en la receta tanto el nombre genérico del medicamento como la sugerencia del profesional de la salud con el fármaco específico. Este cambio abrupto ha generado inquietudes en la comunidad médica y llevó a la emisión de un comunicado conjunto expresando su desacuerdo con las nuevas disposiciones.
El Dr. Mazzei aclaró que cuando se habla de medicamentos genéricos en la Ley N° 25.649 vigente desde 2002, se hace referencia a la prescripción por nombre genérico, es decir, la denominación común internacional. Sin embargo, señaló que en Argentina, la mayoría de los medicamentos genéricos no han sido respaldados por pruebas que demuestren su potencia y efectividad equiparables al producto original.
Esta falta de pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad es uno de los puntos centrales que los médicos buscan resaltar en su comunicado. La ANM enfatiza que en Argentina no existen pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad en la mayoría de los productos farmacéuticos. Dichas pruebas son fundamentales para garantizar que un medicamento genérico, con el mismo principio activo, conserve su potencial a lo largo de sus distintas formas en el mercado y sea intercambiable con el medicamento original.