En Colombia, de acuerdo con varias encuestas y análisis de expertos, la información que circula sobre el manejo y el tratamiento del asma no corresponde con las recomendaciones actualizadas hechas a nivel internacional. En cierta medida, esto se relaciona con el funcionamiento del sistema de salud nacional que, a pesar de su cobertura prácticamente total en el territorio nacional, no logra brindar las garantías en atención oportuna y seguimiento, a la par que se prescriben terapias catalogadas por autoridades internacionales del tipo GINA (Global Initiative for Asthma) como obsoletas.
Dado que Colombia no cuenta con una guía de práctica clínica actualizada a las recomendaciones internacionales, las principales herramientas con las que cuentan el talento humano y las instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) para el manejo adecuado de los pacientes con asma son la Ruta Integral de Atención en Salud – RIAS y su lineamiento técnico que está vigente desde 2018 y cuyo enfoque está dirigido a la población de alto riesgo o diagnosticada con enfermedades respiratorias crónicas, entre las que también se encuentra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – EPOC. Cabe señalar que, hasta antes de la pandemia, ambas condiciones enunciadas eran las de mayor número de diagnósticos en el país.
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En esos documentos se indican como acciones directas a cargo de los actores del sistema de salud y de las que dependen el ingreso a este programa: (i) la identificación del riesgo en la Ruta de Promoción y Mantenimiento, (ii) en acciones individuales o colectivas, en otras rutas de riesgo o específicas o (iii) en la demanda espontánea hecha por el paciente a servicios ambulatorios por sintomatología asociada, o en el ámbito de hospitalario o urgencias, en caso de presentar un episodio agudo que requiera atención institucional.
Al respecto, los protocolos de detección y diagnóstico establecido señalan como síntomas y signos de la enfermedad respiratoria:
- Antecedentes familiares y personales de atopia e hiperreactividad bronquial y asma.
- Episodios recurrentes de broncoespasmo.
- Síntomas respiratorios recurrentes o persistentes, incluyendo tos crónica durante más de 8 semanas y relacionada con desencadenantes de la enfermedad respiratoria.
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Según las directrices establecidas para el manejo integral de esta condición, las personas con sospecha de asma son derivadas a profesional de medicina general o enfermería, quienes evalúan a la persona según el índice predictor de asma para pacientes pediátricos o la historia clínica, especialmente los registros de episodios, sibilancias u otros síntomas respiratorios en pacientes adultos; en esta población, el diagnóstico se confirma con los resultados de mecanismos avalados -espirometría pre y post broncodilatador-, prueba de broncoprovocación específica (alérgeno) o inespecífica (si los resultados de la espirometría no coinciden con los estándares para el diagnóstico de asma y la sospecha clínica se mantiene).
Sumado al diagnóstico de asma, los profesionales de la salud deben establecer el perfil de riesgo del paciente, de acuerdo con una serie de parámetros entre los que se encuentran el nivel de control de la enfermedad respiratoria, exacerbaciones y hospitalizaciones asociadas al asma o padecer otras comorbilidades que pueden afectar el manejo de esta condición (depresión o ansiedad, sinusitis, rinitis, por ejemplo).
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Con ello, se puede sugerir el seguimiento clínico especializado de acuerdo con los protocolos de la ruta de atención integral y la remisión al especialista. Cabe anotar que, en términos de tratamiento, en todos los niveles de atención se deben administrar esteroides inhalados para controlar los síntomas de la enfermedad, así estos sean leves y/o intermitentes; pero el tratamiento con SABA (Agonistas Adrenérgicos de Acción Corta), según los protocolos establecidos, queda sujeto a la opinión del profesional tratante.
Según la RIA, la remisión al especialista en neumología se lleva a cabo en casos de duda diagnóstica no resuelta con los mecanismos comunes o para realizar el oportuno y adecuado seguimiento a pacientes con asma severa o potencialmente fatal; la frecuencia anual de las consultas varía de 1 a 4, dependiendo del caso; una cifra menor a la recomendada en guías internacionales para asegurar la continuidad del tratamiento. No obstante, estos criterios de remisión se quedan cortos ante todos los criterios definidos por GINA 2022.
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Asthma ReferID, la herramienta para los especialistas en asma
A nivel internacional se ha desarrollado una plataforma digital que facilita la evaluación de los pacientes con asma aplicando un cuestionario basado en la “Estrategia global para el manejo del asma”, diseñada por la Global Initiative for Asthma (GINA). La herramienta se conoce como Asthma ReferID y está disponible en la web sin ningún costo.
Asthma ReferID está conformada por una encuesta de cuatro interrogantes sobre aspectos clave en el manejo de la enfermedad respiratoria: corticoides sistémicos y terapia de mantenimiento; visitas por urgencias; hospitalizaciones en UCI por asma y uso de SABA. Posteriormente, con la información obtenida, la plataforma elabora un resumen del caso y sugiere o no la revisión del paciente por parte de un especialista.
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En términos prácticos, este recurso puede funcionar como apoyo para los profesionales de la salud que hacen parte de las rutas integrales de atención en asma y fortalecer el manejo integral de la enfermedad gracias a sus ventajas. Entre ellas se encuentra la optimización de los tiempos entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento, ya que la herramienta desde el primer uso ofrece un panorama general del paciente; facilita el proceso de clasificación de riesgo y evalúa el comportamiento del paciente, según su línea de tratamiento en un breve periodo de tiempo.
Adicionalmente, Ashtma ReferID puede utilizarse como una herramienta educativa sobre asma para el talento humano, ya que contiene información actualizada sobre la comprensión de la enfermedad, los mecanismos de verificación de control de síntomas en el paciente asmático y las recomendaciones vigentes de la GINA, lo que en el futuro podría mejorar o complementar los protocolos actuales, tanto en la práctica individual como al interior de las IPS y las Entidades Responsables del Pago (ERP).
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