Las expectativas de los hospitales públicos

Ocho años después de una profunda crisis de los hospitales a cargo del estado, es necesario que tanto el gobierno como el Congreso, tengan en cuenta el lastre que aún arrastran más de 560 Empresas Sociales del Estado
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Ocho años después de una profunda crisis de los hospitales a cargo del estado, es necesario que tanto el gobierno como el Congreso, tengan en cuenta el lastre que aún arrastran más de 560 Empresas Sociales del Estado; todo, dentro del marco de las discusiones del Plan Nacional de Desarrollo y en potenciales reformas y disposiciones del Ministerio de Salud y Protección Social

El PND ya pasó sus primeras pruebas en el Congreso de la República, en las comisiones económicas, por tanto, ahora que inician los debates, es necesario que se fortalezcan varios aspectos que han quedado esbozados ya en el articulado y que podrían generar confusión o retrocesos y de otro lado trabajar en otros aspectos que no serán plasmados en esa carta de navegación del gobierno nacional por ser temas muy específicos y que puedan generarse a través de otras vías legislativas.

Analicemos otros aspectos trascendentales:

Cuando se recorren las instituciones públicas a nivel nacional, encontramos diferencias muy grandes en lo correspondiente a infraestructura, dotación y calidad de la atención. Es necesario, por tanto, generar unas políticas públicas que obedezcan a la realidad del país y a las necesidades de la población.

Hoy en día, donde se habla del fortalecimiento de la red pública hospitalaria y la reivindicación del talento humano en salud, se hace necesario trabajar en unas reformas que garanticen la sostenibilidad de los hospitales públicos concentrados en la salud de la población a su cargo, alejados de la actual economía de mercado en donde priman los indicadores financieros sobre la rentabilidad social de la población; es necesario hacer honor a la filosofía de la Ley Estatutaria en Salud.

Uno de los primeros desafíos para que los directivos de los hospitales se concentren en su deber ser, es estabilizar el gobierno corporativo de las Empresas Sociales del Estado. 

Para lograr los objetivos propuestos, es necesario generar cambios de fondo en varios aspectos que hoy impiden que existan hospitales públicos fortalecidos al servicio de la comunidad a lo largo del tiempo. 

Es por ello, que una de las realidades que deben ser modificadas, es la vulnerabilidad que tienen nuestras instituciones, por los cambios gerenciales cada cuatro (4) años, situación que debe ser reformada a través de un proceso de estabilidad en el liderazgo, que garantice la implementación de políticas de largo plazo y evitar incluso, relevos gerenciales continuos que lo único que ocasionan son retrocesos. 

De hecho un gran reto en el corto plazo, sería cómo modificar el nombramiento de gerentes para que cuando éstos lleguen a la administración de una institución pública hospitalaria, sea por sus capacidades técnicas y con el cumplimiento de requisitos, así como cuando se va a seleccionar a un gerente de una empresa privada. Y que sea su gestión, su capacidad gerencial, su liderazgo, reflejado en el cumplimiento en unos indicadores, lo que garantice la permanencia o retiro del cargo, independiente de la filiación política del gobernante (alcalde o gobernador de turno).

Fortalecimiento regional: una de las claves

No podemos olvidar que el sector tiene una gran deuda con las zonas alejadas y dispersas en temas de salud pública y que hoy en día están emergiendo varias enfermedades transmisibles por la baja gestión de trabajo a nivel de intervenciones colectivas, situación que debe ser mejorada por las entidades territoriales con la oportunidad en la contratación, pero igualmente, con recursos suficientes para las actividades que deben ser realizadas en coherencia con el fortalecimiento de un modelo centrado en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Para nadie es un secreto que las entidades territoriales no cuentan con las posibilidades para la gestión de recursos de salud pública, por ello, hay que fortalecerlas con el fin de delegar esas responsabilidades en alcaldes y gobernadores y que puedan ejercer realmente la gobernanza que se les ha asignado desde la Ley 715.

En ese sentido, el fortalecimiento no solamente es económico, hay que capacitar a los equipos de los gobiernos locales, especialmente de los municipios más alejados de los pequeños y grandes centros urbanos. Es necesario mejorar su capacidad de ejecución, que tienen a cargo la salud en los territorios. No todos los departamentos y municipios tienen la misma capacidad de resolución; es una debilidad histórica que el estado debe tratar de nivelar para mejorar.

En ese orden de ideas, es necesario reformar la Ley en materia de competencias y de acceso a recursos en el territorio. Porque una cosa sí es cierta, Colombia no se puede medir con un solo rasero. Es definitivo planificar los servicios de salud, de acuerdo con las características y necesidades de cada zona del país. Así mismo, se requiere revisar el modelo de mercado en estas zonas en donde nunca ha existido ni existirá mercado, porque está exclusivamente como prestador una Empresa Social del Estado, por tanto, su financiación no debería depender de la venta de servicios.

No se puede seguir dependiendo de la venta de servicios

En muchos sectores se ha planteado que la visión del negocio del sector salud traducido en la “venta de servicios” para financiar la propia operación de la ESE no solo es perversa sino inviable, a la luz de la coherencia y realidad del país.

Consideramos que el rol de los gerentes debe ser modificado en forma importante hacia una gerencia pública y no como es hoy en día, gerencias dedicadas al cobro de cartera, resolución de glosas y desgaste en “negociaciones” de contratos que, en muchos casos, no se logran durante la vigencia fiscal y que terminan siendo contratos de adhesión, en contra de las finanzas de los hospitales.

Es allí donde regresamos al tema anterior, todas las regiones de Colombia no son iguales y no se pueden medir de la misma forma, no es posible comparar a un hospital de una ciudad capital, con otro ubicado a cientos de kilómetros de ese mismo centro urbano, en donde sus vías y medios de acceso, servicios públicos, comunicaciones, perfil socio-económico, dispersión de su población es totalmente distinta. Así mismo, todas las capitales de departamento tampoco son iguales.

Como consecuencia de lo anterior, hemos aplaudido que las ESE que se encuentran en riesgo fiscal y financiero, actualmente en la Superintendencia Nacional de Salud, vuelvan al Ministerio de Hacienda y Crédito público para presentar sus planes nuevamente, pero como lo hemos comentado en varias ocasiones, no se puede continuar midiendo a los hospitales por su gestión financiera sin tener en cuenta lo establecido en la Ley Estatutaria de salud.

También vemos con muy buenos ojos la decisión del gobierno nacional de centralizar los recursos para el pago de las tecnologías no cubiertas con la UPC. En ese sentido, es necesario replantear la inclusión de este tipo de tecnologías dentro de la UPC y su financiación para dar así aplicación también a la Ley Estatutaria, en donde se eliminan los conceptos de POS y no POS y así desincentivar el incremento exponencial de los recobros por este concepto. 

Del mismo modo, el giro directo en el régimen subsidiado ha permitido a las ESE subsistir en estos tiempos de iliquidez; sin embargo, hay temas que no podemos perder de vista. La cartera del contributivo tiene un mayor incremento que el mismo régimen subsidiado, por tanto, la propuesta de generar giro directo en ambos regímenes permitirá mayor liquidez y transparencia en el manejo de recursos del sector. Este debe ser del 92% de la UPC en el subsidiado y del 90% en el contributivo. Hoy en día como quedó redactado en el articulado del proyecto del PND se podría retroceder en el giro directo que se recibe en el régimen subsidiado, por tanto, este tema debe fortalecerse y así evitar que la cartera continúe creciendo.

Y como no destacar la importancia de la Superintendencia Nacional de Salud que con la reforma y las herramientas jurídicas dadas en la misma, para la inspección, vigilancia y control, podrá evitar los abusos que se han generado en el sector para beneficio del usuario y del sistema de salud. 

Reivindicación del Talento Humano en Salud

Uno de los mayores retos es la vinculación del talento humano en las plantas de personal, situación que ayudaría al fortalecimiento de las instituciones en procesos de calidad, y a garantizar continuidad en procesos de vital importancia para la seguridad del paciente. Hoy en día, lamentablemente la alta rotación de nuestro talento humano es el común denominador, por tanto, este es un punto de vital importancia, máxime que no son pocos los hospitales que quieren laboralizar, pero no cuentan con los recursos para ello, o incluso no son autorizados por las secretarias departamentales para incrementar sus plantas por encontrarse en programas de saneamiento fiscal y financiero o PGIR y no pueden garantizar los recursos a futuro.

¿Qué pasará con la cartera?

Lamentablemente, tenemos que hablar de los dineros adeudados, es imposible dejar este tema de lado, cuando para lograr puntos  importantes como la laboralización del talento humano, proceso de acreditación o en general de calidad, implican inversiones importantes en infraestructura y dotación; por tanto, se hace necesario que las cuentas no solamente queden claras, sino que se defina quién va a pagar y cuándo  lo que las EPS les adeuda  a los prestadores, dentro del esquema de “acuerdo de punto final”.

Es cierto que uno de los puntos más importantes y positivos es el saneamiento de las ESE y sus estados financieros. Las decisiones del gobierno nacional deben contemplar medidas que salvaguarden los dineros pendientes de pago de Saludcoop, Caprecom y Cafesalud y en general, la cartera de la red pública mayor a 360 días, porque acorde con los indicadores elaborados con base al Decreto 2193, las ESE no tendrían cómo pagar la deuda que tienen con proveedores y talento humano, sino se recauda esta deuda.

Grandes Retos 

No es desconocido que las instituciones públicas de tercero y cuarto nivel se encuentran en importantes dificultades financieras, producto de diferentes factores. Cabe destacar que algunas de éstas instituciones  tienen el carácter de universitarios y por ende  no sólo, son responsables de la atención de la población sino también de formar futuros profesionales del sector;  por tanto, se hace necesario generar un plan de choque con éstas instituciones para que no pierdan su carácter de universitarios y establecer un programa de acompañamiento y asistencia técnica que debe ir respaldado de unos compromisos que involucran las entidades territoriales y obviamente las gerencias de las instituciones para lograr el objetivo.

De igual forma, se debe construir un plan de acompañamiento técnico y financiero por parte del Ministerio de Salud, a través de una inyección importante de recursos para asegurar la formalización del talento humano, uno de los requisitos para lograr esa acreditación al igual que las inversiones en infraestructuras necesarias para garantizar el cumplimiento de los altos estándares de calidad en beneficio del usuario. Finalmente, como ha sido propuesto por el Ministerio de Salud y Protección Social, debe generarse un acompañamiento por parte de instituciones acreditadas hacia los hospitales universitarios para lograr el objetivo. 

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