Lacteos, aliados para la salud de los huesos

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A menudo las dietas se construyen en torno a los grupos de alimentos en lugar de nutrientes específicos, algunos investigadores del Colegio Americano de Nutrición de Suiza, Francia y Norteamérica decidieron examinar las interacciones entre los cuatro nutrientes que se encuentran en los productos lácteos y su papel en la preservación de los huesos y los músculos esqueléticos.

El calcio (Ca), fosfato inorgánico (Pi), vitamina D, y las proteínas son nutrientes que mantienen la integridad del músculo esquelético. La deficiencia en el suministro de estos nutrientes se incrementa con la edad.

Los productos lácteos son ricos en calcio, fosfato inorgánico, y las proteínas, y en muchos países están fortificados con vitamina D. Los productos lácteos son una fuente importante de estos nutrientes y recorren un largo camino para cumplir las recomendaciones, que aumentan con el envejecimiento.   Esta opinión hace hincapié en las interacciones entre estos 4 nutrientes, que, junto con la actividad física, actúan a través de vías celulares y fisiológicas que favorecen el mantenimiento de la estructura ósea y el músculo esquelético.

Mientras que la salud ósea se asocia a menudo con el calcio por sí solo, las interacciones del calcio con el fosfato inorgánico, vitamina D y proteínas son componentes importantes de consumo.   
En combinación de vitamina D y los suplementos de calcio se ha demostrado que reduce la incidencia de la cadera y otras fracturas no vertebrales entre las poblaciones de mayor edad, con algunos estudios que sugieren que la vitamina D en realidad conduce a menores tasas de caída en los sujetos. 

La proteína dietética, mientras que a menudo se asocia exclusivamente con la recuperación muscular, también promueve la formación de hueso mediante la estimulación de Calcio y absorción intestinal fosfato inorgánico y la producción de un factor de crecimiento óseo. Y mientras que la deficiencia de vitamina D se asocia con debilidad muscular, la vitamina D y los suplementos de proteínas son necesarios en conjunto para mejorar la fuerza.

La combinación de los cuatro nutrientes mencionados anteriormente con la actividad física disminuye la probabilidad de lesión de hueso y músculo relacionada con la degeneración en los adultos mayores.

 

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