Anualmente, cada compañía invierte una parte importante de su presupuesto en Investigación y Desarrollo -I+D- de nuevas terapias o destina estos recursos a la compra o adquisición de empresas más pequeñas con desarrollos prometedores de diferentes áreas clínicas.
En 2020, la farmacéutica que más invirtió en I+D fue Roche con $13.900 millones de dólares y ha mantenido su puesto a lo largo del tiempo, pues desde 2018 es la compañía que más invierte en este aspecto. Sin embargo, como era de esperarse, la ola Covid favoreció a algunas empresas, que el año pasado pudieron invertir mucho más y escalaron varias posiciones con respecto al top del año pasado.
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En el décimo puesto con una inversión de $7.000 millones de dólares está Eli Lilly que logró ingresos totales en 2021 de $28.300 millones. Esto representa un aumento del 15% con respecto a la inversión que se hizo en 2020. Estos recursos se destinaron particularmente a impulsar dos medicamentos prometedores: donanemab y tirzepatida, el primero para el Alzheimer y el segundo para la Diabetes tipo 2 (con buen perfil para la pérdida de peso también).
Particularmente, Lilly gastó un porcentaje importante de los recursos en el ensayo clínico en curso que compara el tratamiento que tienen para el Alzheimer con Aduhelm de Biogen. Cabe mencionar, que la compañía no solo tiene este candidato (este solo es el más avanzado) también tiene a solanezumab para el mismo padecimiento.
Llegando el puesto nueve está AbbVie, que invirtió en 2021, $7.100 millones de dólares, una variación del -3% con respecto al 2020. El año pasado AbbVie recaudó ingresos totales por $56.200 millones de dólares, lo que lo mantiene en el puesto 9 desde 2020.
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Esta inversión fue destinada especialmente a la compra de otras compañías con desarrollos ya avanzados (en algunos casos), por ejemplo, adquirió TeneoOne con miras en su tratamiento para el mieloma múltiple, por esto pagó $400 millones. Posteriormente por $370 millones realizó un acuerdo con Regenxbio por su terapia génica única para enfermedades crónicas de la retina, incluida la retinopatía diabética y la degeneración macular. Los movimientos fueron similares durante el año.
En la octava posición está GlaxoSmithKline que invirtió $7.200 millones de dólares en investigación y desarrollo durante el 2021 un aumento del 4% respecto al 2020. Recordemos, que en 2021 GSK logró recaudar $46.200 millones, es decir, la inversión en I+D representa el 16% del total de los ingresos de la compañía.
Gracias a la inversión en desarrollo de fármacos GSK logró aprobar dos medicamentos: el recién llegado PD-1 Jemperli y el tratamiento contra el VIH Cabenuva. La escisión de su segmento de salud del consumidor fue la culpable de la caída de GSK en el top con respecto al del 2020.
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Posicionándose en la casilla siete se encuentra Novartis, que invirtió el año pasado $9.000 millones de dólares, es decir, el 17% del total de sus ingresos del 2021 ($51.600 millones). La gigante suiza esta enfocada en colaboraciones con otras compañías que tienen candidatos de etapa media a tardía.
Particularmente, su mayor apuesta fue adquirir Gyroscope Therapeutics por $800 millones por adelantado con hasta $700 millones también sobre la mesa en caso de que el activo principal de la compañía alcance hitos. Posteriormente anunció una colaboración con la biotecnológica china BeiGene para obtener la licencia de su terapia inhibidora de proteínas TIGIT, actualmente en ensayos de fase 3 para tratar el cáncer de pulmón. Para terminar el año, anunció una sociedad con UCB, una farmacéutica belga con una cartera formidable en neurociencia; de manera articulada desarrollarán y comercializarán un candidato para el Parkinson.
En el sexto puesto está la británica AstraZeneca que subió algunos puestos este año invirtiendo $9.700 millones, un gigantesco aumento del 62% con respecto al 2020. Los ingresos totales de AstraZeneca en 2021 fueron de $37.400 millones de dólares, es decir que la compañía invirtió el 26% de estos recursos en investigación y desarrollo.
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El aumento de dos dígitos en el gasto básico en I+D refleja la inversión de AstraZeneca en medicamentos para el Covid y ensayos clínicos oncológicos de etapa avanzada. Una adquisición destacable de esta compañía fue el inhibidor URAT1 en 2012 por $1.000 millones a la compañía Ardea Biosciences.
Llegando a la mitad del conteo se encuentra Bristol Myers Squibb que durante el 2021 invirtió $11.300 millones en investigación y desarrollo, es decir el 24% del total de los ingresos de ese año ($46.400 millones). Los resultados de la inversión es a penas obvia, la aprobación de Breyanzi para ciertos tipos de linfoma de células B grandes y la autorización de una terapia CAR-T dirigida a BCMA para el mieloma múltiple.
La oncología siguió siendo el pan de cada día de BMS en investigación y desarrollo. En comparación con algunos de sus pares que se centran en anticuerpos y vacunas covid , BMS aún no ha obtenido la aprobación para un programa relacionado con el SARS-CoV-2. Este año el foco (además de la oncología) estará en Milvexian un posible anticoagulante que podría ser el reemplazo de Eliquis.
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En el cuarto lugar está Merck (cae dos puesto), que invirtió $12.200 millones en I+D durante el 2021, un movimiento no muy esperado teniendo en cuenta que la FDA le aprobó dos antivirales orales para el Covid-19, Pero se espera que la inversión se vea reflejada este año, ya que la empresa proyecta recibir de $5.000 a $6.000 millones en ventas por molnupiravir.
Top tres de compañías que más invierten en Investigación y Desarrollo
Subiendo dos puestos, está la gigante norteamericana Pfizer, que gracias a las ganancias por su vacuna contra el Covid-19, invirtió en 2021, $13.800 millones de dólares. es decir un aumento del 47% con respecto a lo que se invirtió en 2020 ($9.400 millones).
Pero su antiviral también jugará un papel fundamental, junto con la vacuna, toda la franquicia covid de Pfizer financiará el motor de investigación y desarrollo de la compañía durante los próximos años. La mira por ahora está puesta en el aumento de su cartera a través de adquisiciones, dándole prioridad a activos de última etapa que puedan llegar rápido a ser generadores de dinero.
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Johnson y Johnson ocupa el segundo lugar de este conteo con $14.700 millones de inversión en investigación y desarrollo durante el 2021, un aumento del 21% con respecto al 2020. J&J solía ocupar el tercer puesto, sin embargo, también la ola Covid impulsó la expansión de su segmento farmacéutico y en consecuencia aumentó la inversión que ha funcionado para apuntar al desarrollo de nuevas vacunas que no tienen que ver con la pandemia.
Fuera de las vacunas la compañía ha dado pasos adelante en su programa de oncología. En diciembre de 2021, Janssen presentó una solicitud a la FDA para su terapia de células T lista para usar para pacientes con mieloma múltiple en recaída o refractario. La compañía también está progresando en su tratamiento CAR-T para la misma enfermedad.
Roche líder en I+D de la industria farmacéutica
La gigante suiza Roche, ocupa el primer lugar en inversión en investigación y desarrollo con $16.100 millones, un aumento del 14% en comparación con lo invertido en 2020. El año pasado Roche logró recaudar $65.900 millones en ingresos, 23% de estos se destinaron a I+D.
El foco de Roche está en el crecimiento de sus programas de neurociencia y oncología avanzada. La compañía comenzó el primer estudio fundamental para su degradador selectivo de receptores de estrógeno giredestrant y financió el trabajo sobre su prospecto anti-TIGIT tiragolumab en el cáncer de pulmón. El par de moléculas son parte de un grupo de candidatos a cáncer en la fase final de la cartera de proyectos de Roche. En su informe anual, Roche enumeró 11 activos de fase 3, seis de los candidatos eran tratamientos oncológicos.
La neurociencia, con cuatro programas de fase 3, es la siguiente área más activa de investigación de última etapa de Roche. Roche seleccionó dos programas de neurociencia como impulsores del aumento del gasto: el anticuerpo anti-amiloide beta gantenerumab y el inhibidor de BTK fenebrutinib. Los ensayos clínicos podrían obtener las aprobaciones regulatorias de Roche para la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple, respectivamente.
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