Este 26 de septiembre se presentó el informe quinquenal 2018-2022 de la Oficina Sanitaria Panamericana, “Defender la equidad en la salud en pro del desarrollo sostenible”, el enfoque central de dicho documento es garantizar que la equidad en la salud continúa sea un eje prioritario en la labor para alcanzar los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Carissa E. Etienne presentó este informe frente a los ministros de salud y otros lideres del ámbito de la salud en la 30° Conferencia Sanitaria Panamericana. Este fue el resumen de la labor de Organización durante los últimos cinco años en todas las áreas técnicas, incluidas las emergencias de salud pública, enfermedades transmisibles y la no transmisibles, así mismo se refiere a los sistemas de salud y a los servicios.
El informe quinquenal destaca que el impacto del COVID-19 exacerbó las inequidades existentes en la región de las Américas, luego de que el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicara que era una pandemia, pues esto llevo a que se cambiara el destino de los recursos y la Oficina ajustara sus programas técnicos y sus funciones habilitadoras.
También le puede interesar: Perú presenta lineamientos para reducir el sobrepeso y la obesidad
Algunos resultados del informe
Adicionalmente la entidad continúo dando respuesta a las emergencias de salud y desastres siendo el elemento central del trabajo de la organización. Allí se incluye el desarrollo de la red de hospitales inteligentes, que empezó en el 2015 y la modernización de 50 establecimientos de salud en el Caribe de forma segura, respetuosa con el medio ambiente y a los desastres relacionados con el clima.
Aunque la cobertura regional de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétanos (DTP3) se redujo del 84% en 2019 al 80% en 2021 debido a los confinamientos y a los esfuerzos en la vacunación de la COVI-19, la inmunización de rutina también sigue siendo un enfoque clave de la cooperación de la OPS.
Otro de los aspectos fundamentales es la prioridad que se dio a las intervenciones para reducir la mortalidad materna en diez países: Bolivia, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Suriname, sobre la base de sus indicadores de mortalidad materna y determinantes sociales por medio del proyecto interprogramático,” Cero muertes maternas por hemorragias”.
En este plan incluyó la capacitación de equipos nacionales para tratar hemorragias obstetricias, la formación y la capacitación de equipos nacionales para validar las condiciones esenciales utilizando instrumentos de atención materna y perinatal a través de la creación de planes de mejora y seguimiento de los procesos instituidos.
Así mismo, se mantuvo la eliminación del sarampión y la rubéola a pesar de los desafíos de la pandemia de COVID-19. Por tanto, la región de la Américas fue la primera en ser declarada libre de sarampión y 33 de los 35 estados miembros han mantenido la eliminación de este virus por más de 20 años.
También le puede interesar: Trabajo articulado: una necesidad para la medicina del corazón
Unos de los aspectos relevantes es que la Oficina ha trabajado para poner de relieve las dimensiones económicas de las enfermedades no transmisibles (ENT) y ha proporcionado cooperación técnica a los Estados Miembros con el fin de fortalecer la capacidad de las autoridades de salud para incorporar parámetros económicos y evidencia pertinentes en su dialogo con otros sectores.
También el Fondo Rotatorio desempeño un papel crucial en la planificación y la proyección de la demanda de los países para lograr el acceso a 127,2 millones de dosis, a un costo alrededor de US$381 millones incluido el transporte, esto con el enfoque de precios más bajos del Fondo Rotatorio, los Estados Miembros participantes pueden ampliar su cartera de vacunas con rapidez para proteger a la población.
También le puede interesar: Nuevos hallazgos incrementarían la comprensión de enfermedades autoinmunes
Cifras claves en la pandemia
En la siguiente gráfica se muestra un resumen de las principales estadísticas relacionadas con la respuesta de la OPS a la COVID-19 en la Región de las Américas desde el inicio de la pandemia (al 30 de junio del 2022)
Mejorar la salud de las personas y grupos que viven en situación de vulnerabilidad
En el 2019 se publicó el informe de la Comisión sobre Equidad y Desigualdades en Salud en las Américas, creada por la Directora de la Oficina en el 2016 y encargada de analizar el impacto de los factores que influyen en la salud y proponer acciones para mejorar la equidad en la salud.
El informe de la Comisión proporcionó ejemplos de políticas, programas y acciones nacionales destinados a reducir las inequidades, y formuló recomendaciones para promover la equidad en la salud, incluidas las intervenciones multisectoriales y de múltiples partes interesadas para abordar los determinantes sociales de la salud y los sistemas sólidos de seguimiento para evaluar los efectos de los cambios de política recomendados.
Las 12 recomendaciones de la Comisión se enmarcaron en tres factores principales que influyen en la equidad en la salud: a) impulsores estructurales (estructuras políticas, sociales, culturales y económicas, racismo estructural y cambio climático); b) condiciones de la vida cotidiana (los primeros años y la educación, el trabajo, la protección social y de los ingresos, la violencia, el medioambiente y la vivienda, y el sistema de salud); y c) sistemas de gobernanza y respeto de los derechos humanos.
El informe también reconoció la intersección y la multiplicación de los efectos de las diversas formas de desventaja.
En respuesta a ello, la Oficina estableció un grupo interprogramático encargado de proponer una armonización óptima de la labor de la Oficina con las recomendaciones de la Comisión.
Hepatitis virales
En mayo del 2021, la Oficina y el ORAS-CONHU pusieron en marcha el proyecto Eliminación de la hepatitis en la región andina: apoyo a las respuestas nacionales. Con el financiamiento de ENDHEP2030-Fondo para la hepatitis, las áreas de trabajo incluyeron la promoción y concientización, políticas y planificación nacionales, y acceso a pruebas y tratamientos; y el proyecto tuvo como objetivo acelerar y fortalecer las respuestas subregionales y nacionales a la hepatitis viral en los países andinos.
En mayo del 2021, la Oficina publicó el Protocolo para estimar la mortalidad por cirrosis y carcinoma hepatocelular atribuible a las hepatitis virales B y C y tradujo al español las Directrices unificadas sobre la información estratégica en materia de hepatitis virales.
La Oficina prestó asistencia a los Estados Miembros en la recopilación de datos y la presentación de informes al Sistema mundial de presentación de informes sobre hepatitis virales de la OMS, y organizó un taller virtual para difundir recomendaciones sobre información estratégica y detectar oportunidades de cooperación técnica para fortalecer los sistemas nacionales de vigilancia de las hepatitis virales.
Camino por delante hacia el 2030
Una de las necesidades insoslayables de la entidad es colocar la equidad en el corazón de la salud a fin de no dejar a nadie atrás, abordando los determinantes sociales, económicos políticos y comerciales de la salud.
Así mismo, fortalecer las inversiones a largo plazo en la salud pública en términos de recurso humanos, técnico e infraestructura. Promoviendo las inversiones estratégicas en la salud por parte de los lideres de la región. También el informe recalcó la necesidad de contar con sistemas solidos de vigilancia de las enfermedades, capacidad eficiente de diagnóstico de laboratorio y gestión clínica.
Se concluyó que la Oficina debe seguir funcionando como organismo técnico políticamente neutral e intermediario honesto para la salud de los pueblos de la región, contribuyendo al goce del derecho a la salud entre otros, alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la ASSA2030.
