Hace una semana el Gobierno mexicano informó que comenzará con la nueva estrategia de atención en salud para la población que no tienen seguridad social en su territorio, a través del IMSS-Bienestar. Las fases de esta implementación no son del todo claras, pero hay una verdad absoluta, los hospitales estatales deberán transferirse al nuevo modelo, en el que el IMSS-Bienestar se encargará de la operación de los centros de salud, clínicas y hospitales públicas garantizando el derecho a la salud de más de 33 millones de personas.
Con esta estrategia el Gobierno espera sacar la atención en salud de su eterno letargo y lograr avances en atención primaria para las poblaciones más vulnerables pese a la completa eliminación del Seguro Popular.
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El anuncio tan sorpresivo (que deja además por fuera al Instituto de Salud para el Bienestar -Insabi-) muestra a un Gobierno que busca a toda costa mostrar resultados en salud, disminuyendo la curva de aprendizaje. Todo el 2019 el Gobierno estuvo preparando la creación del Insabi, en el 2020 el instituto empezó a operar sin reglas claras, pero, a mediados de ese año comenzó la pandemia y el proceso se paralizó.
El anuncio de la implementación de la nueva estrategia deja implícito que la operación del Insabi no fue exitosa. Es decir, que el instituto no logró las proyecciones tan altas que se tenían previstas desde su lanzamiento, en México no hay cobertura universal, ni medicamentos gratuitos para todos como lo prometió el Gobierno.
Ahora, justo a la mitad del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador se probará un mecanismo de atención que no deja de ser interesante si se ponen reglas claras de operación.
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Sin embargo, parece que las normas de funcionamiento no están publicadas, no hay un manual que muestre como será la operatividad de este mecanismo. “Es de esperarse que las nuevas reglas las irán tejiendo conforme la marcha, tal cual el estilo del actual gobierno” afirma Maribel Ramírez Coronel,
experta en temas de economía y salud.
Como mencionamos en un artículo anterior, el plan piloto del nuevo modelo iniciará en el estado de Nayarit y se extenderá a Tlaxcala y Colima. Anteriormente, AMLO había dicho que el plan iniciaría en los estados del Sureste, pero con el anuncio se hace evidente que el Gobierno pretende iniciar los pilotos en los tres estados más pequeños de México.
Cabe mencionar, que el Gobierno ya había intentado homogenizar el funcionamiento de los hospitales públicos de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, pero los planes no resultaron, y desistieron.
Entonces ¿Qué papel tendrá el Insabi?
Una de las grandes incógnitas que deja el anuncio, es que hará entonces el Insabi ya que no está a cargo de la gestión médica como estaba previsto. Actualmente, la única tarea que está cumpliendo el instituto es el de mediador en la compra centralizada de medicamentos junto con la UNOPS. Es decir, que está cumpliendo de algún modo el mismo papel del Seguro Popular, que AMLO eliminó.
Es preciso decir que el proyecto de IMSS-Bienestar ya se tenía previsto desde agosto del 2021 cuando desde la rama ejecutiva se envió al Congreso su propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación en 2022 donde le multiplicaron los recursos presupuestales a IMSS-Bienestar. Sin embargo al Insabi no le quitaron presupuesto, lo que sugeriría que tendrían pensado otro papel para el instituto.
Pese a que el Gobierno afirmó que no habría ninguna masacre laboral, se sabe que los directivos de los hospitales deberán optar por planes de jubilación (si aplica) antes de octubre de este año, quienes no deseen jubilarse o no hagan los trámites oportunamente serán liquidados.
“Se supone que el personal médico que labora como parte de la Secretaría de Salud federal será absorbido o recontratado por IMSS/Bienestar; que estará funcionando normalmente hasta el próximo diciembre, pero a partir del primero de enero del 2023 entrará en vigor la unificación de los servicios de Salud con los de otras instituciones incluido el ISSSTE y las existentes en los estados“, destaca Ramírez Coronel.
Recordemos, que en 2019, la jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum firmó un acuerdo de unificación del sistema de salud local con el federal, es decir, que se homologarían los servicios del IMSS y el ISSSTE en un solo sistema, un plan similar al que se trata de implementar a nivel general.
Si el IMSS-Bienestar tiene resultados positivos se extenderá a los estados de Baja California Sur, Campeche, Ciudad de México, Durango, Michoacán, Oaxaca, Sonora, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas.
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