La enfermedad renal crónica (ERC) se refiere a una pérdida de la función de los riñones, esto se debe principalmente a la diabetes, la hipertensión, la glomerulonefritis o enfermedades hereditarias, si no se trata, puede llevar a una falla irreversible de los riñones que hace necesario que el paciente reciba diálisis o que sea sometido a trasplante.
La enfermedad renal crónica hoy día se constituye en un problema de salud pública, debido a su prevalencia e incidencia creciente en la población, su potencial letal y porque representa un importante gasto, no solo por los costos que significan para el sistema dado que requiere una alta complejidad técnica en su manejo, sino también porque afecta a personas de todas las edades y estratos socioeconómicos, comprometiendo de manera importante su calidad de vida y su capacidad productiva.
Lo que se ha observado en el Atlántico, aunque se ha avanzado y se ha mejorado su infraestructura, es que el modelo de atención que se sigue para estas enfermedades no es el más adecuado, ya que, se ha evidenciado que la diálisis ha crecido vertiginosamente en los últimos cinco años, solo Barranquilla tiene aproximadamente dos mil pacientes en diálisis. Al hablar de diálisis se permite observar su manejo preventivo y terapéutico, la mayoría de los pacientes con insuficiencia renal son personas que están por la calle y no saben que la tienen, esos pacientes por lo general no son referidos tempranamente al nefrólogo, hay una referencia tardía al especialista, en muchas ocasiones estos pacientes terminan en ERC irreversible, aumentando este problema de salud pública, lo que impacta negativamente a esta región en extrema pobreza y desigualdad social.
Adicional a todo esto, las entidades aseguradoras tanto públicas como privadas han establecido una serie de barreras y trabas administrativas, son lentas para autorizar el estudio de los pacientes y su tratamiento, aducen procesos internos, requisitos de sus sistemas de calidad y/o de auditorías, tienen presupuestos fijos y si se copan, suspenden la inclusión de nuevos pacientes, y a veces hay oposición explícita; todo esto ha llevado a que en realidad no se dé un manejo efectivo de la enfermedad.
Conviene sin embargo, advertir que un grupo de nefrólogos del caribe ha venido trabajando con un modelo de salud que permite la detección temprana en las poblaciones sanas, para hacerles seguimientos ; actualmente hay varios proyectos de investigación financiados por Colciencias y el Banco de la República y, existen instrumentos como “Nefrored” una herramienta informática, cuyo propósito es administrar la base de datos del registro de pacientes con Nefritis Lúpica y Glomerulopatías primarias del Caribe Colombiano.
En resumen, la Insuficiencia Renal Crónica debe verse como una bomba de tiempo para el sistema y por lo tanto requiere acción rápida, este problema es acentuado a nivel generalizado, por esto el enfoque debe estar centrado en la atención primaria, en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, ya que esta enfermedad es una de las que vertiginosamente terminan en un impacto negativo en la población.
Alba Marina Rueda Olivella
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@AlbaMarinaRueda
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Enfermedad renal crónica en el Atlántico