Una investigación del Karolinska Institutet que fue publicada en la revista The Lancet Digital Health evaluó la viabilidad de utilizar drones equipados con desfibriladores externos automáticos (DEA) para responder a casos de paro cardíaco.
La investigación reveló que en más del 50% de los casos estudiados, los drones llegaron al lugar antes que las ambulancias, reduciendo el tiempo de respuesta en un promedio de tres minutos. Este estudio podría tener un impacto significativo en la eficiencia de la atención médica para pacientes con paro cardíaco, mejorando las posibilidades de supervivencia al proporcionar intervenciones más rápidas.
Cada año, aproximadamente 6.000 personas en Suecia sufren un paro cardiaco repentino, pero tan solo una décima parte de los afectados puede sobrevivir debido a la falta de atención oportuna. Y aunque una descarga de DEA puede aumentar las posibilidades de supervivencia, estos equipos no están disponibles en los hogares donde ocurren la mayoría de los paros cardiacos.
Andreas Claesson, profesor asociado del Centro de Investigación de Paros Cardíacos del Departamento de Investigación Clínica y Educación de Södersjukhuset, Instituto Karolinska, e investigador principal del estudio, explicó que el uso de un DEA es un factor vital para salvar la vid de una persona, por lo que vieron la necesidad de desplegar drones equipados con este dispositivo desde 2020 y demostrar que los drones pueden llegar al lugar de los hechos mucho antes que una ambulancia.
“Este tiempo de espera ha significado que la DEA podría ser utilizado por personas en el lugar de los hechos en varios casos”, asegura Claesson.
Drones: ¿Cómo se llevó a cabo el estudio y cuáles fueron los resultados?
El estudio que realizó con apoyo de la Región Västra Götaland, SOS Alarm y el operador de drones Everdrone abarcó una zona aproximada de 200.000 personas en el oeste de Suecia y no se incluyeron alertas relativas a niños menores de 8 años, traumatismos y casos presenciados por servicios médicos de urgencia.
Los investigadores tuvieron en cuenta criterios de exclusión en el análisis de información como la no aprobación del vuelo por parte del control de tráfico aéreo, las condiciones climáticas desfavorables, las zonas de prohibición de entrega y la oscuridad.
Como resultado, se obtuvo que, durante el período del 21 de abril de 2021 al 31 de mayo de 2022, se produjeron 211 alertas sospechosas de paro cardíaco extrahospitalario, de los cuales de cuáles 139 casos fueron excluidos antes del despegue debido a cancelación del centro de despacho (19%), malas condiciones climáticas (26%), oscuridad (5%), cierre del control del tráfico aéreo (22%), problemas técnicos (11%) y zonas sin entrega (17%).
De esta manera, se desplegó un dron en los 72 casos restantes (34%). En estos casos se entregó con éxito un DEA en 58 (81%) casos, y el principal motivo de no entrega fue la cancelación por parte del centro de despacho porque el caso no era un paro cardíaco extrahospitalario.
Para los casos en los que los tiempos de llegada tanto del dron como de la ambulancia estaban disponibles, la entrega de un DEA por dron se produjo antes de la llegada de la ambulancia en 37 casos (67%), con un beneficio de tiempo medio de 3 min y 14 s. En este panorama, 18 casos, es decir, el 49% fueron verdaderos paros cardíacos extrahospitalarios y en 6 casos (33%) se conectó un DEA entregado con un dron.
Asimismo, en dos casos (33%), se registró que los pacientes presentaban un primer ritmo con descargas, y fueron desfibrilados exitosamente mediante un desfibrilador externo automático (DEA) entregado por un dron antes de que la ambulancia llegara. En uno de estos casos, la persona logró sobrevivir durante al menos 30 días.