En el debate de control político dirigido al Ministerio de Salud, también se presentó la Superintendencia Nacional de Salud -Supersalud- con un balance sobre otros factores que inciden negativamente sobre el sistema y la aclaración sobre algunas de las inquietudes de los congresistas que lideraron el espacio. “El derecho fundamental a la salud no puede depender de la buena voluntad y de la favorabilidad que tenga alguien en decidir si le otorga o no el derecho a un afiliado”.
Ante el Congreso de la República, el superintendente Ulahí López expresó que se tiene una apreciación equivocada sobre el concepto de afiliado, “lo han querido igualar al nivel de protegido o asegurado”. Sin embargo, se trata de figuras diferentes dentro del sistema de salud, como lo revelan las quejas y peticiones enviadas al ente de vigilancia y control en busca de soluciones y garantías de acceso.
“Hoy lo que está pasando a nivel de insatisfacción por parte de las personas que no reciben los servicios estando afiliados, indican que no están protegidos, ni asegurados”.
La incomprensión en los conceptos también ocurre con lo entendido como ‘cobertura’ y ‘acceso’. Pese a que se ha dicho que en Colombia la cobertura alcanza el 99%, aunque un amplio porcentaje no tiene acceso a los servicios, a pesar de que la población es integrante activa del sistema de salud.
“Criticidad es lo que define hoy al sistema”, enfatizó el superintendente Ulahí Beltrán al referirse a la situación actual y a la crisis que está lejos de resolverse. “El nivel de control que se brindaba no era el correspondiente al que la ciudadanía esperaba recibir de la Supersalud“.
Vigilancia de la Supersalud sobre las EPS
Al hablar sobre los roles de la entidad, el superintendente se refirió a los componentes de vigilancia sobre las EPS : componente técnico-científico para medir el proceso de las garantías al derecho a la salud, componente técnico-administrativo-financiero y el componente jurídico. “En el componente de prestación de servicios no solamente medimos la atención de enfermedad sino el componente de prevención y promoción de la salud”.
“En este momento, del total de EPS activas que suman 25, solamente 7 cumplen los indicadores financieros: patrimonio adecuado, capital mínimo y régimen de inversiones. Uno pensaría que si están bien financieramente, deberían garantizar el componente de atención en salud. Hay algunas que están bien financieramente y sus usuarios son los que más se quejan por no atención”, mencionó el superintendente en el debate político.
En su intervención como representante de la Supersalud, también se abordaron las problemáticas existentes frente a los hospitales públicos, los proveedores y el nivel de adeudamiento. Actualmente, las EPS deben $16.6 billones, pero la deuda de las EPS que cursan en liquidación es de $5.4 billones. No obstante, las deudas que dejaron las entidades ya liquidadas es de $27.6 billones.
Entre EPS en liquidación y EPS liquidadas, el nivel de deuda asciende a los $33 billones, aseguró el representante de la Supersalud. Los recursos generan un déficit directo en los hospitales públicos y privados.
Y si bien, existen billones de pesos circulando al interior del sistema, no existen recursos suficientes para hacer el pago entre los actores que lo integran. Como consecuencia, los usuarios son los más afectados y la prestación de servicios de salud se reduce, prueba de ello es el incremento del 26% en el número de PQRD recibidas por la Supersalud, en comparación con el año anterior.
