Varios estudios científicos ya han comprobado que el consumo de antibióticos durante la gestación puede afectar indirectamente al feto esto debido a que alteran el microbioma intestinal de la madre que altera a su vez el microbioma del bebé, sin embargo, hace falta información e investigaciones sobre si el método de administración del antimicrobiano marca alguna diferencia, al igual que la etapa de gestación en la que se recibe.
Una investigación previa determinó que la exposición fetal a antibióticos hacía la mitad o final de la gestación está relacionada con un mayor riesgo de desarrollo de asma infantil. Sin embargo, el análisis se limitó a los bebés nacidos por vía vaginal, por lo que podría variar en bebés nacidos por medio de cesárea.
Teniendo en cuenta la falta de información, investigadores analizaron los datos de la Cohorte Nacional de Nacimientos de Dinamarca -DNBC- que se estableció en 1996 para estudiar el impacto en la salud de las exposiciones prenatales y tempranas.
Las gestantes fueron remitidos por médicos familiares en su primera visita prenatal a las 6-10 semanas de embarazo entre 1996 y 2002. Durante este periodo nacieron 96.832 bebés, pero para el estudio solo se incluyeron 32.651.
Se obtuvo información relevante sobre la salud y el estilo de vida de las madres, las exposiciones prenatales y la salud infantil por teléfono y cuestionarios en línea. Las entrevistas telefónicas se realizaron a las 16 y 30 semanas de embarazo y una vez después del parto. Luego, las mamás completaron cuestionarios en línea sobre la salud de sus hijos cuando tenían 11 años.
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Hallazgos sobre el uso antibióticos
Las mujeres que tomaron antimicrobianos durante la gestación tenían más probabilidades de padecer asma, tener sobrepeso u obesidad o haber fumado durante el embarazo, en contraste era menos probable que fueran madres primerizas. Estos factores eran potencialmente influyentes en los resultados.
Durante el tiempo de seguimiento, y desde el nacimiento del bebé en adelante 4.238 niños desarrollaron asmas, de estos el 15% tenían madres expuestas a antibióticos durante el embarazo. Durante el estudio nacieron 5.522 niños de madres que consumieron antibióticos durante la gestación, el análisis determinó que los niños nacidos de estas mujeres tenían casi un 15% más de probabilidades de desarrollar asma. el porcentaje disminuyó en las mujeres a las que se les administraron antibióticos orales solo durante los primeros tres meses.
Así mismo, el porcentaje aumentó casi a un 20% en los niños cuyas madres tomaron antibióticos a mediados o finales del embarazo, es decir de entre 4 a 9 meses de gestación. Aunque la asociación general entre la exposición fetal a los antibióticos y el asma infantil se observó solo en los niños nacidos por vía vaginal en lugar de después de una cesárea (4.568, el 14%), con una diferencia absoluta de poco más del 2%.
Es decir, que los niños nacidos por vía vaginal tenían 34% más de probabilidad de desarrollar asma grave, que los niños nacidos por la misma vía pero cuyas madres no se expusieron a antimicrobianos. No obstante, este es un estudio observacional por lo que no es posible establecer una relación causal, pero los expertos señalan que los resultados evidenciados confirman la hipótesis de que los antibióticos alteran el microbioma de los recién nacidos y esto puede acrecentar las posibilidades de tener asma infantil.
“El uso abusivo de antibióticos durante el embarazo debe sopesarse con la evidencia cada vez mayor sobre los resultados de salud adversos a largo plazo en la descendencia, así como preocupaciones más amplias con respecto a la resistencia a los antimicrobianos”. concluye uno de los investigadores.
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