El Ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, presentó el pasado 7 de octubre la segunda versión del Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos -RAM- que contempla estrategias que se aplicaran para el periodo 2021-2025 con el fin de enfrentar enfermedades infecciosas a través del resguardo de la eficacia a los antimicrobianos.
Es preciso recordar, que los datos de la Organización Mundial -OMS- de la Salud resaltan que cerca de 700.000 personas mueren al año en el mundo por bacterias resistentes a los antibióticos. El abordaje de la tuberculosis es entonces uno de los pilares principales en el desarrollo de cualquier Plan RAM debido a que 480.000 personas contraen la infección y tienen complicaciones graves por la farmacorresistencia, lo mismo ocurre con el VIH y el paludismo.
Además, la organización reitera que entre 30% y 40% de las prescripciones de antibióticos en el mundo se realizan sin ser necesarias, especialmente, para tratar enfermedades que no son bacterianas, como infecciones respiratorias. Entre los países latinoamericanos que más alto consumo de antibióticos presentan está Chile, que ha aumentado su consumo un 55% entre 1998 y 2015.
“Para enfrentar en conjunto las enfermedades infecciosas a través del resguardo de la eficacia de los antimicrobianos, en una época compleja, en que las infecciones han pasado a tener un nuevo protagonismo debido a la pandemia de COVID-19 que actualmente vive la humanidad, el uso efectivo de los antibióticos y el manejo de infecciones bacterianas en pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2 es un desafío agregado que debemos abordar como sociedad, y en específico como sistema de salud, creando consciencia de la importancia de combatir la epidemia silenciosa que representa la resistencia bacteriana” explicó el ministro Enrique Paris, respecto a su valoración de la segunda versión del Plan Nacional Contra la Resistencia a los Antimicrobianos 2021 – 2025.
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Es preciso mencionar, que la resistencia a los antibióticos podría llevar al mundo a nuevas pandemias, ya que las bacterias han desarrollado formas de sobrevivir a la acción de los medicamentos, dificultando el tratamiento de las infecciones lo que fomenta a su vez el riesgo de que estas se propaguen de forma más rápida. “Si el uso de los antibióticos no se realiza con cuidado, tendremos que enfrentarnos en un futuro próximo a una era en la que no dispondremos de tratamientos para las infecciones, retrocediendo a la situación que existía hace varias décadas” sentenció Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública de Chile.
Adicionalmente, Daza mencionó que el uso mesurado y consiente de los antibióticos no solo debe aplicarse a la salud humana sino también a la veterinaria y a algunas prácticas que se realizan en el sector agrícola, ya que son productos que finalmente serán de consumo humano, esto quiere decir que el abordaje de la RAM debe ser un tema intersectorial no solo en Chile, sino en todo el mundo.
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Resistencia a los antimicrobianos: amenaza mundial
Los antibióticos son medicamentos insustituibles en el tratamiento de enfermedades infecciosas en seres humanos y animales, sin embargo su uso excesivo conlleva el riesgo de que los microorganismos a través de proceso de adaptación se vuelvan resistentes a estos, disminuyendo drásticamente el abanico de posibilidades de tratamiento de las enfermedades. La aparición y diseminación de bacterias u otros agentes multirresistentes, junto con el lento desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas, han sido reconocidos como uno de los mayores problemas de salud pública y sanidad animal al que se le debe hacer frente en la actualidad.
En el año 2014, la Asamblea Mundial de la Salud destacó la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) como una grave amenaza para la salud mundial e instó a los países miembros a desarrollar Planes de Acción Nacionales a partir de un Plan de Acción Global para combatir la RAM.
Para crearlo deben reconocer como principales líneas estratégicas el uso prudente y responsable de los antimicrobianos, la vigilancia de la RAM y en el control de las infecciones que permita una disminución de la necesidad de utilizar antimicrobianos, todo esto apoyado con una comunicación efectiva a la población y una adecuada formación profesional para evitar el mal uso de los antimicrobianos y con un impulso al desarrollo de investigación e innovación en nuevas tecnologías que permitan cuidar de estos medicamentos.
Siguiendo estas premisas a principios de este año, Chile concretó el diseño de la segunda versión del Plan Nacional RAM 2021-2025 basados en cinco ejes principales:
- La concientización pública y la formación profesional.
- La vigilancia integrada de la resistencia a los antimicrobianos.
- El control de infecciones tanto en ambientes hospitalarios como en la comunidad.
- El monitoreo y control del uso de los antimicrobianos en las personas, los animales y la agricultura.
- La potenciación de la investigación básica y operativa relacionada con la resistencia a los antimicrobianos, con miras a obtener evidencia que permita la toma de decisiones en la política pública.
En el diseño de este plan no solo participó el Ministerio de Salud de Chile, sino que fue un tema abordado desde los ministerios de educación, agricultura, economía, ciencias y medioambiente con apoyo de la academia, las sociedades científicas y algunos organismos internacionales.
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