El consumo de cannabis ayudaría a disminuir la hipertensión arterial en adultos mayores según los datos de una investigación recientemente publicada en la revista European Journal of Internal Medicine. Un quipo de científicos de la Universidad Ben-Gurión de Néguev en Israel hicieron el primer estudio sobre consumo de cannabis en adultos mayores de 60 años con hipertensión. El equipo se enfocó en monitorear la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los parámetros metabólicos de los participantes.
Los hallazgos muestran que el consumo de cannabis medicinal redujo de manera significativa la presión arterial sistólica y diastólica durante 24 horas. El punto más bajo de las mediciones se registró justo después de tres horas del suministro de cannabis por vía oral en forma de extracto de aceite o fumado. Sin embargo, la reducción más significativa se presentó durante la noche, aunque sus efectos también se evidenciaron durante el día aunque sin tanta potencia.
El seguimiento de los participantes se realizó a través de monitorización ambulatoria de la presión arterial durante 24 horas posteriores al consumo. También se evalúo la presión de los voluntarios con electrocardiogramas, análisis sanguíneos y mediciones corporales que se hicieron antes de iniciar el estudio y tres meses después de haber iniciado el tratamiento con cannabis.
Los investigadores partieron de la premisa de que el cannabis disminuye el dolor, este compuesto se formula generalmente como analgésico, por lo que el equipo relacionó el alivio del dolor con la presión arterial. Además apuntaron a esta población de adultos mayores teniendo en cuenta que es el grupo de consumidores de cannabis medicinal que más rápido crece a nivel mundial.
Otras investigaciones sobre cannabis en la salud
Pero esta no es la única investigación que demuestra los beneficios del cannabis medicinal, por ejemplo una investigación de 2020 publicada en “The Lancet Psychiatry” sostiene que se puede usar cannabidiol en el tratamiento de la adicción a la marihuana. Este compuesto no es psicoactivo y se considera que tiene potencial médico para tratar afecciones como epilepsia, esclerosis múltiple, ansiedad, esquizofrenia y náuseas.
En contraste, otro estudio realizado por la Asociación Estadounidense del Corazón demostró los riesgos cardiovasculares asociados al consumo de cannabis. Se evidenció que el cannabidiol puede reducir el ritmo cardíaco, abrir las arterias, disminuir la presión sanguínea y reducir la inflamación lo que se ha relacionado con aterosclerosis y accidentes cardiovasculares. Por otro lado, el tetrahidrocannabinol conocido como THC puede provocar anormalidad en el ritmo cardíaco, fibrilación auricular, arritmias ventriculares, taquicardia y contracciones ventriculares prematuras.
Finalmente, gracias a la despenalización del consumo de cannabis en algunos países del mundo se ha logrado hacer una mayor investigación sobre los efectos de este en el organismo, de esta forma la comunidad médica podrá darle un mejor uso al cannabis medicinal mientras se descubren más beneficios entorno a ciertas patologías. Por ahora se ha evidenciado los efectos positivos de la sustancia en pacientes con hipertensión.
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