En la última edición de la revista Cancer Cell, un grupo de investigadores reportó que la elevada carga mutacional del tumor -el número de mutaciones que se encuentran en el interior de las células cancerosas- podría no ser un biomarcador preciso en diversas poblaciones de pacientes afectados.
Con esta información, resulta posible que las concepciones de los especialistas sobre las implicaciones en la toma de decisiones clínicas sobre el tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunitarios (ICI), un tipo de inmunoterapia que se utiliza hoy en día. Para llegar a esta conclusión, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center analizó la ascendencia genética de más de 2.000 pacientes tratados con ICI, afectados con varios tipos de tumores sólidos, comunes en oncología.
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Los expertos dividieron al grupo de individuos en dos cohortes independientes. En cada una, se realizó la estimación de la carga mutacional del tumor (TMB, en inglés) a partir de los paneles de secuenciación de tumores; como resultado, se evidenció una sobreclasificación de los pacientes con ‘TMB alta’, especialmente entre aquellos sin ascendencia europea.
Los valores fueron especialmente pronunciados en los participantes con ascendencia asiática o africana. De acuerdo con el artículo científico, es probable que las clasificaciones erróneas de TMB alto como biomarcador afecten al 21% de los pacientes de ascendencia europea, en comparación con el 37% y el 44% de los pacientes de ascendencia asiática o africana, respectivamente.
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Antes de mostrar estos hallazgos como conclusiones definitivas, el equipo de investigadores aplicó su método de recalibración de TMB a pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas tratados con ICI. La clasificación del biomarcador TMB alto se asoció de forma significativa con la mejora de los resultados sólo en las poblaciones de ascendencia europea, lo que justifica la validación en poblaciones de ascendencia no europea.
“Esto no significa que la TMB no deba utilizarse como biomarcador en individuos de ascendencia no europea, pero sí que se necesitan muchos más estudios y recopilación de datos para determinar los umbrales precisos que deben utilizarse para optimizar el resultado del tratamiento”, afirmó Alexander Gusev, uno de los autores del estudio.
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¿Cuál sería el uso más apropiado de cada biomarcador?
Otros análisis mencionados en el artículo revelaron que las alteraciones del gen MGA -entendido como biomarcador- se asociaron a una mayor supervivencia global y al tiempo hasta el fracaso de la ICI entre los europeos, no se asociaron a los resultados en los africanos y se asociaron a peores resultados en los asiáticos.
“Observamos efectos específicos de la ascendencia en algunos genes impulsores individuales, lo que sugiere que este fenómeno puede no ser exclusivo de la TMB, sino que también es válido para las mutaciones individuales y tiene implicaciones para otras terapias dirigidas”, concluyó el investigador Gusev.
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