Este 30 de septiembre es el último día oficial del gobierno AMLO. México vive horas de tensión y expectativa por la posesión de Claudia Sheinabum, primera mujer presidente, electa el 2 de junio. El Tribunal Electoral confirmó la victoria el pasado 14 de agosto.
Una de las propuestas más fuertes de AMLO era la atención primaria en salud, teniendo como modelo a los países nórdicos. En su promesa para los mexicanos, aseguró que el 80% de los padecimientos podrían resolverse de manera eficaz, gracias a la detección temprana y sin limitaciones para la población de acuerdo con las barreras socioeconómicas. Como parte de las acciones, el presidente Andrés López Obrador mencionó al final de su campaña e inicio de su gobierno que buscaría centralizar los servicios sanitarios.
La transformación sectorial iniciaría desde las instituciones. Para introducir la atención primaria en el país, lo que se conocía como Seguro Popular (programa creado en el gobierno de Vicente Fox para garantizar el aseguramiento de las personas sin seguridad social) en el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). El cambio se materializó el 1 de enero de 2020, enfocado en a creación de Redes Integradas de Salud, que vinculan a diversas instituciones del Sistema Nacional de Salud, como el IMSS, ISSSTE, Pemex y los sistemas estatales de salud.
De manera complementaria, se implementó en el país el modelo SABI. Éste, a su vez, tenía como núcleo a los centros de salud que ofrecen atención primaria, respaldados por Equipos de Salud para el Bienestar, formados por profesionales interdisciplinarios que trabajan de manera integral. Además, se buscó la participación activa de la comunidad para abordar los determinantes sociales en salud, mejorando así la calidad de vida en las zonas más vulnerables del país. AMLO proyectaba consolidar el modelo durante 2024 antes de terminar su periodo de gobierno.
Sin embargo, no se logró el cometido. La iniciativa se transformó en lo que hoy se conoce como el IMSS-Bienestar. Oficialmente se define como “el Programa IMSS-Bienestar proporciona en sus unidades médicas servicios de primero y segundo nivel de atención. Con casi 45 años de experiencia, actualmente el Programa IMSS-Bienestar cuenta con una amplia red de servicios donde se conjuga la atención médica con las acciones de promoción a la salud en la propia comunidad”.
Actualmente está en marcha el modelo MAS-BIENESTAR que busca a identificar las necesidades de la población y sus determinantes sociales para implementar cinco pilares clave de intervención: Promoción de la Salud, Prevención de Enfermedades, Diagnóstico y Tratamiento, Rehabilitación y Cuidados Paliativos. Esta herramienta sirve como base para la aplicación de la política pública de salud en el país, siendo el primer modelo que integra todo el sector de manera coordinada. Su enfoque se basa en la adopción de buenas prácticas de las distintas instituciones de salud, con una visión logística integral que abarca todos los niveles de atención.
¿Cuál es el panorama para el sector salud al final del gobierno AMLO?
El presidente AMLO intentó reformar un sistema de salud fragmentado, desigual y con poca cobertura para las mayorías, mediante tres medidas clave: centralizar el sistema, crear seguros para las personas más pobres y devolver al Estado el control de la compra de medicamentos.
Sin embargo, entre la pandemia y lo que muchos consideran un plan mal diseñado, las reformas no avanzaron como se esperaba. “Las reformas eran necesarias, pero al final se perdió un sexenio en salud porque no hubo un plan de implementación”, opinó Andrés Castañeda, experto en salud pública a medios de comunicación mexicanos. Las cifras son un tema polémico: mientras AMLO destaca el incremento de clínicas, médicos y la reducción de costos para los no asegurados, el Coneval señala que la carencia en salud aumentó del 16% en 2018 al 39% en 2022.
Las reformas también provocaron protestas, sobre todo por el desabastecimiento de medicamentos. Aunque AMLO subraya avances, los mexicanos siguen siendo de las poblaciones que más gasta en salud de su bolsillo, mientras el Estado sigue siendo uno de los que menos invierte en comparación con otros países latinoamericanos de la OCDE. México, además, presenta altas tasas de mortalidad prematura evitable y uno de los índices de gasto catastrófico más elevados de la región, lo que indica que muchas familias deben destinar hasta el 30% de su patrimonio a cubrir gastos médicos.
