Se requiere una acción mundial urgente sobre la carga de depresión global

Pese a que la depresión es altamente diagnosticada en todo el mundo, ningún país o nación a tomado acciones para disminuir la carga de enfermedad.
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El comité científico de The Lancet advirtió este miércoles que en el mundo no se está abordando de manera consistente la grave crisis de depresión que se presenta a nivel mundial. Este afirmación fue respaldada por la Asociación Mundial de Psiquiatría conformada por 25 expertos de 11 países diferentes, quienes pidieron una respuesta de toda la sociedad para reducir la carga mundial de esta enfermedad.

Los numerosos estudios muestran que en cualquier año, cerca del 5% de la población mundial adulta vive con depresión, pese a que existen medicamentos y terapias que ayudan a recuperarse de este trastorno incluso en entornos con recursos limitados.

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Siendo una tendencia totalmente contraria al resto de las enfermedades, en los países ricos más de la mitad de personas que tienen depresión no son diagnosticadas ni tratadas. Sin embargo, en países de ingresos medios y bajos mas del 80% de los pacientes no serán diagnosticados ni recibirán tratamiento.

Como el resto de patologías, la depresión también se vio impactada por la pandemia. La crisis sanitaria incluso creó desafíos adicionales como el aislamiento social, el duelo, la incertidumbre y las barreras de acceso a los servicios de salud, lo que provocó que los problemas de salud mental se exacerbaran en millones de personas.

En este contexto, la Comisión advierte que “ha llegado la hora de la acción conjunta contra la depresión y hace un llamamiento para que los gobiernos, los profesionales sanitarios, los investigadores, las personas que viven con depresión y sus familias realicen esfuerzos concertados y de colaboración para mejorar la atención y la prevención, colmar las lagunas de conocimiento y aumentar la concienciación para hacer frente a una de las principales causas de sufrimiento evitable y muerte prematura en todo el mundo”.

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“La depresión es una crisis sanitaria mundial que exige respuestas a múltiples niveles. Esta Comisión ofrece una importante oportunidad de actuar de forma conjunta para transformar los enfoques de la atención y la prevención de la salud mental en todo el mundo”, dice la presidenta de la Comisión, la profesora Helen Herrman.

Según Herrman invertir en reducir la carga de la depresión ayudará a millones de personas a convertirse en miembros más sanos y productivos de la sociedad.

Recordemos, que la mayoría de personas con depresión en casi cualquier etapa de la vida se recuperarán si tienen apoyo y tratamiento. Además, la depresión puede prevenirse y de esta forma se pueden evitar consecuencias a largo plazo.

Es preciso mencionar que la depresión es una enfermedad común en el mundo, sin embargo, aún existen muchos mitos alrededor de esta que perpetúan la inacción. Esta debe tratarse como una condición de salud, que suele caracterizarse por su persistencia, el efecto sustancial de funcionamiento diario y el impacto en la salud física de quien la padece.

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Cabe resaltar que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su sexo, procedencia, clase social o edad, y existe una variabilidad en los tipos y la prevalencia de los síntomas y signos depresivos entre culturas y poblaciones. El riesgo de depresión aumenta en contextos de adversidad, como la pobreza, la violencia, el desplazamiento y la discriminación de género, racial y de otro tipo.

Los síntomas tanto en la salud mental como física son evidentes y además muchos estudios los han comprobado, sin embargo hay un factor que no ha sido estudiado ampliamente y es el coste económico y social de la depresión. Un análisis previo de la misma revista muestra que la depresión costaba anualmente a la economía mundial cerca de un billón de dólares.

“Podría decirse que no hay ninguna otra enfermedad tan común, tan gravosa, tan universal o tan tratable como la depresión, y sin embargo recibe poca atención política y pocos recursos”, lamenta el copresidente de la Comisión, el profesor asociado Christian Kieling, de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul (Brasil).

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¿Cómo reducir la carga mundial de la depresión en el mundo?

Para abordar este desafío es necesario reducir la exposición de los niños a experiencias adversas, incluyendo el abandono y los traumas para impedir que la enfermedad se desarrolle en la etapa adulta.

Durante la adulte es necesario abordar algunos factores indiividuales en el estilo de vida, como el tabaquismo, el consumo de alcohol y hasta el sedentarismo. Del mismo modo se deben eliminar o gestionar otros factores de riesgo como la violencia y los acontecimientos estresantes.

“La prevención es el aspecto más descuidado de la depresión. Esto se debe, en parte, a que la mayoría de las intervenciones están fuera del sector sanitario Es crucial que pongamos en práctica intervenciones basadas en la evidencia que apoyen la crianza de los hijos, reduzcan la violencia en la familia y el acoso escolar, así como que promuevan la salud mental en el trabajo y aborden la soledad en los adultos mayores” señala  el doctor Lakshmi Vijayakumar, del Centro de Prevención del Suicidio y Servicios Sanitarios Voluntarios (SNEHA) de Chennai (India).

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Adicionalmente, es necesario abordar la pobre clasificación de la depresión en términos médicos, es decir, al ojo cínico solo existe la depresión clínica y la depresión no clínica, desconociendo por completo formas más graves y refractarias de la enfermedad, a menudo acompañadas con otros trastornos.

Finalmente el equipo de expertos argumenta que el uso de personas no especializadas contratadas a nivel local, ampliamente disponibles y de bajo coste, como los trabajadores sanitarios de la comunidad y los asesores legos, no sólo aborda la grave escasez de proveedores cualificados y las barreras financieras, sino que también ayudará a reducir el estigma y las barreras culturales, al tiempo que proporciona una atención holística a los pacientes y sus familias. Aunque esto es más importante en los países de bajos ingresos, también es relevante y útil a nivel universal, ya que en ningún lugar del mundo la atención a la depresión es adecuada.






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