La Organización Mundial de la Salud dirigió un estudio de investigación junto con el Programa de Reproducción Humana de la ONU que evidenció falencias en el tratamiento clínico y las complicaciones relacionadas con el aborto. Los hallazgos se publicados en el BMJ Globl Health destacan la participación de 11 países de África y 6 países latinoamericanos en los que se indagó a cerca de la experiencia con la atención médica para el aborto y postaborto.
Los investigadores recopilaron datos de más de 20.000 mujeres que se presentaron en más de 200 centros de salud participantes con una complicación relacionada con el aborto. Sus signos y síntomas se clasificaron en una de cinco categorías, según la gravedad: muertes, accidentes, complicaciones potencialmente mortales, complicaciones moderadas y complicaciones leves.
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Un gran porcentaje de las mujeres voluntarias presentaron complicaciones leves a moderadas, pero el doble de mujeres en África que en los países latinoamericanos escogidos tuvieron una complicación potencialmente peligrosa o casi mueren.
Los hallazgos vuelven a poner en evidencia los factores sociales y económicos inciden directamente en el acceso al aborto, ya que las mujeres que viven en la pobreza o en lugares apartados tienen menos posibilidades de acceder a método anticonceptivos y abortos seguras. Además, las mujeres del estudio que eran solteras, embarazadas de 13 semanas o más o que presentaban un aborto incompleto tenían una probabilidad significativamente mayor de sufrir un resultado severo.
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“El aborto representa un campo donde la desigualdad es un tema tan grande (…) Una mujer con recursos materiales tiene diferentes oportunidades de acceder a una atención segura e informada que una mujer con menos ventajas económicas ” explicó Mariana Romero del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), quien lideró el estudio en Argentina.
Secuelas físicas y mentales posteriores al aborto
El estudio señala que el aborto no es solo un procedimiento clínico sino que tiene connotaciones altamente emocionales para quien accede a este, por este motivo es imperativo que el servicio tanto de aborto como de postaborto garantice una comunicación eficaz y de apoyo con la paciente. En esta labor se incluyen acciones para reducir la ansiedad, responder las preguntas que tengan y dar explicaciones cuando se les atienda.
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“ Como proveedores de atención médica, si hablamos de atención, debemos incluir no solo el bienestar físico de una persona, sino también la autonomía y el empoderamiento. Cuando una mujer se pone en manos del sistema de salud, debemos generar confianza, seguridad y asegurarnos de que esta persona se sienta cómoda al regresar con nosotros ”, continuó Mariana Romero.
En ambas regiones, el estudio encontró que la dilatación y el legrado todavía se usaban en el tratamiento de las complicaciones relacionadas con el aborto, a pesar de los esfuerzos mundiales de larga data para reemplazar este método con métodos de evacuación uterina más seguros, como recomienda la OMS.
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” El estudio nos muestra que todavía tenemos un largo camino por recorrer para alejarnos de los métodos más antiguos, como el legrado, y brindar una mejor atención con métodos médicos más seguros “, dijo Zahida Qureshi, profesora asociada de la Universidad de Nairobi, quien dirigió el estudio en Kenia y fue el coordinador regional para los países anglófonos de África. “ Estos datos ayudarán a captar las cosas que necesitamos mejorar en cada nivel: desde un buen sistema de derivación que pueda dirigir a las mujeres a instalaciones con los suministros, el equipo y la disponibilidad del personal esencial adecuados, hasta el asesoramiento sobre anticonceptivos para prevenir un embarazo que las mujeres no desean tener y acceso a una atención de calidad en todas las etapas “ concluyó.
