Cada 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Migraña, una fecha que busca visibilizar el impacto de esta enfermedad neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. En México, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” (INNNMVS) reporta que el 15% de la población mexicana sufre de migraña, lo que representa un reto significativo tanto para el sistema de salud como para los entornos sociales y laborales.
La migraña es una de las enfermedades más incapacitantes según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ubicándose entre las 20 primeras condiciones que más afectan la calidad de vida de quienes la padecen. A nivel global, las personas con migraña suelen sufrir ataques intensos de dolor de cabeza que pueden durar desde cuatro horas hasta cinco días. Estos episodios suelen ir acompañados de sensibilidad a la luz, el ruido, y en ocasiones, náuseas y vómitos, lo que obliga a quienes la padecen a aislarse en ambientes oscuros y tranquilos.
En México, la situación es alarmante. Según el especialista en cefaleas del INNNMVS, Javier Andrés Galnares Olalde, las crisis recurrentes obligan a las personas a abandonar sus actividades diarias, afectando considerablemente su productividad laboral y su participación en la vida social. Esto se ve agravado por el hecho de que una parte significativa de la población no recibe el tratamiento adecuado.
Impacto desproporcionado en mujeres
Afecta a las mujeres en mayor proporción que a los hombres, con una ratio de 3:1. Esta diferencia se debe a factores fisiológicos y genéticos. Según el Dr. Galnares Olalde, las mujeres tienden a manifestar los primeros síntomas de migraña con la llegada de su primera menstruación, y el dolor suele intensificarse en los años previos a la menopausia. En cambio, los hombres suelen comenzar a experimentar migraña entre los 10 y 14 años de edad.
Problema de acceso a la atención especializada
A pesar de su prevalencia y de las graves repercusiones que la migraña tiene sobre la vida cotidiana, solo el 8% de quienes padecen esta enfermedad acuden con un especialista en neurología, el profesional médico indicado para tratar este padecimiento. En cambio, el 38% consulta a médicos generales, familiares o internistas, mientras que un preocupante 54% se automedica o utiliza remedios caseros, lo que puede empeorar su estado de salud.
Esta falta de acceso a la atención especializada refleja una necesidad urgente de mejorar la educación sobre la migraña y de fomentar la importancia de consultar a un neurólogo cuando los síntomas persisten o se agravan. Además, el INNN ofrece tratamientos gratuitos a la población sin seguridad social, incluyendo opciones como la toxina botulínica para tratar la migraña crónica, lo que puede ser una alternativa efectiva para quienes sufren de esta condición de manera recurrente.
Factores desencadenantes y complicaciones
Los factores que desencadenan la migraña son variados y a menudo están relacionados con el estilo de vida. Entre los más comunes se encuentran el estrés, los malos hábitos alimenticios, la falta de sueño, el consumo de tabaco, y la exposición a estímulos como el ruido y la contaminación. Alimentos como los quesos, el chocolate y las bebidas alcohólicas también pueden desencadenar ataques de migraña en personas susceptibles.
Si bien la migraña no es una causa directa de fallecimiento, en casos severos puede evolucionar hacia una condición conocida como infarto migrañoso, que implica un riesgo de infarto cerebral. Esto subraya la importancia de un tratamiento adecuado y la necesidad de evitar la automedicación sin la supervisión de un especialista.
El reto de la migraña en las grandes ciudades
Otro aspecto relevante es el impacto desproporcionado que la migraña tiene sobre quienes residen en grandes ciudades. Factores como el exceso de ruido, la contaminación, el sedentarismo y el consumo de alcohol contribuyen a que las personas que viven en urbes experimenten episodios de migraña con mayor frecuencia e intensidad.
Este fenómeno plantea un desafío adicional para los sistemas de salud pública, que deben enfrentar no solo las causas médicas de la migraña, sino también los factores ambientales y de estilo de vida que exacerban esta condición.
A pesar de los desafíos que esta afección representa, en los últimos años se han logrado avances importantes en su tratamiento. El Dr. Galnares Olalde menciona que actualmente se está trabajando para incluir nuevos medicamentos preventivos en la canasta básica de medicamentos. Esto es un reflejo del esfuerzo por mejorar el acceso a tratamientos efectivos para la población mexicana.